Merkel presionó a Zapatero para pedir el rescate en 2011
Angela Merkel pidió a José Luis Rodríguez Zapatero, cara a cara y sin preámbulos, que España pidiese el rescate financiero. Merkel sugirió una línea de crédito de 50.000 millones, que iría acompañada de otros 85.000 millones para Italia. Era noviembre de 2011, a pocos días de las elecciones que ganó Mariano Rajoy, y la canciller lanzó la pregunta en los pasillos del palacio de congresos donde se celebraba la cumbre del G20 en Cannes.
Zapatero relata estas tensas horas en su libro de memorias, titulado "El Dilema", al que ha tenido acceso la agencia Reuters. El aún presidente del Gobierno respondió a Merkel con un simple "no". Replicó que España aún podía financiarse en los mercados y había tomado medidas para recuperar la confianza de los inversores. La respuesta de la canciller fue "lo comprendo", según cita Reuters.
Tras la conclusión de la cumbre, Zapatero destacó había evitado el rescate. Quedaban menos de tres semanas para las elecciones en las que el Partido Popular consiguió la mayoría absoluta, y fue Mariano Rajoy quien, poco más de medio año después, solicitó el rescate para la banca, tras el estallido del caso Bankia.
Tras el no de Zapatero, la presión entonces se trasladó a Italia. Alemania quería a toda costa un mecanismo que contuviese el contagio de la crisis griega, y Zapatero relata el sentimiento de pánico entre los líderes políticos y los funcionarios del FMI ante la reacción de los mercados en la apertura de la Bolsa el próximo lunes.
Hacía solo unos días que el presidente griego había anunciado un referéndum sobre el rescate, idea que retiró poco después tras las presiones de Alemania e Italia. El Gobierno de Roma, por su parte, se mostraba igualmente resistente a la petición del rescate, y Berlusconia acabaría cayendo apenas una semana después, tras la votación del plan de reformas exigidas por la UE. El nombre de Mario Monti ya se oía en los pasillos de Cannes, según Zapatero.
Durante las tensas negociaciones, señala el ex presidente, los países europeos llegaron a culparse por los desastres de la Segunda Guerra Mundial, señala Zapatero. "Fueron solo cinco minutos, pero cinco minutos en los que las palabras tenían la fuerza evocadora de todas las lágrimas derramadas en la historia de Europa".
La cumbre de Cannes, en todo caso, no alivió la presión de los mercados obre Europa. La mejora llegaría poco después, cuando el BCE decidió poner en marcha las subastas de liquidez ilimitadas con las que la banca de España e Italia pudo obtener barra libre de dinero y financiar la deuda pública. Pero, para entonces, ni Zapatero ni Berlusconi estaban ya en sus oficinas.