ACS, Acciona, FCC y OHL pujan por construir un túnel andino
ACS, Acciona, FCC y OHL han manifestado su interés por pujar por el contrato de construcción un túnel de 14 kilómetros de longitud bajo la Cordillera de los Andes para canalizar una nueva conexión por carretera entre Argentina y Chile, un proyecto estimado en unos 600 millones de euros.
Las cuatro grandes constructoras españolas figuran en el listado de 23 grandes grupos internacionales que han expresado su disposición a competir por este proyecto transnacional.
Entre el resto de firmas interesadas en el proyecto figuran las brasileñas Odebrecht y Queiroz Galvao, dos conglomerados chinos, las italianas Impregilo y Astaldi, y la austriaca Strabag, según datos de la entidad binacional Túnel de Agua Norte (Ebitan) constituida por Argentina y Chile para promover el proyecto, que tiene su origen en 1998.
El proyecto que actualmente pretenden abordar los dos Estados consiste en la construcción de dos túneles paralelos de 13,9 kilómetros de longitud cada uno de ellos bajo la Cordillera de los Andes a la altura del paso fronterizo de Agua Negra, uniendo así la provincia argentina de San Juan con la región chilena de Coquimbo.
Cada uno de los túneles canalizará una carretera de dos carriles. El 72% del recorrido de cada uno de ellos se horadará en territorio argentino y el 28% en el chileno.
Además, la infraestructura será construida con previsiones sismo resistentes acordes con la legislación vigente en los dos países latinoamericanos y en línea con la experiencia internacional, según indica Ebitan, que no obstante recuerda que las estructuras subterráneas son menos proclives a sufrir daños por sismos que las que están en superficie.
Esta sociedad pública chileno-argentina promotora del proyecto revisará ahora la documentación aportada por las 23 empresas interesadas para comprobar que cumplen los requisitos exigidos, para posteriormente convocarlas a presentarse al proyecto.
Con la construcción de este túnel, Argentina y Chile buscan ampliar sus nudos de conexión a través de una de las fronteras binacionales más largas del mundo, de 4.000 kilómetros de longitud, que además se extiende junto a un “formidable obstáculo físico como es la Cordillera de Los Andes”.
“Es impensable el crecimiento del desarrollo regional y una integración física satisfactoria de esta parte del cono sur latinoamericano con escasas vías de comunicación de buena calidad”, indica el Ebitan.
