El Tesoro alargará la vida media de la deuda tras cumplir el objetivo de 2013
El Tesoro ha completado hoy sus necesidades de financiación para todo 2013. Aprovechando el buen momento del mercado, quiere utilizar las próximas semanas para sustituir vencimientos de letras con emisiones a medio y largo plazo, y así alargar la vida media de la deuda pública española.
España encara las últimas semanas del año en una situación que difícilmente podría haber imaginado a comienzos de 2013. El compromiso absoluto del Banco Central Europeo (BCE) con los países del euro y el programa de reformas emprendido por el Gobierno han permitido que la deuda pública española haya vivido 11 meses de constante distensión.
El último episodio se ha vivido hoy, cuando el Tesoro ha realizado una emisión de un bono a 3 años por 3.500 millones de euros, con la que ha situado la captación de deuda a medio y largo plazo de 2013 en 120.599 millones de euros, lo que supone cubrir en un 99,4% las emisiones previstas para todo el año.
La colocación se ha saldado con un rendimiento de 2,101%, un precio de emisión muy bueno si tiene en cuenta las primas que pagaba España por financiarse hace un año.
Una vez completados los deberes fijados para todo 2013, el Tesoro no se plantea abandonar el calendario de emisiones para las próximas semanas (cuatro colocaciones de letras y dos de bonos y obligaciones), sino aprovechar la buena coyuntura del mercado para mejorar el perfil de la deuda emitida.
Amortizar letras con bonos
El objetivo hasta fin de año es conseguir que la vida media de la deuda pública española se alargue y la vía para conseguirlo es “amortizar una parte de los vencimientos de letras con emisiones de bonos y obligaciones”, según explica el Tesoro en una nota.
El departamento dependiente del Ministerio de Economía se plantea que algunos de los vencimientos de letras (financiación a tres, seis, 12 y 18 meses) no se cubran íntegramente, lo que implica reducir el volumen de emisiones de letras previsto. “Asi dará más peso a la financiación a largo plazo, algo conveniente puesto que implica refinanciaciones más espaciadas en el tiempo”, explican fuentes de Economía.
Actualmente, la vida media de la deuda emitida por España es de seis años y medio, pero en 2008, mucho antes de que la crisis financiera golpeará a los países de la eurozona, los bonos españoles llegaron a tener una longevidad de siete años.
La recuperada confianza de los inversores en las emisiones de deuda española (o en la garantía implícita del BCE) ha hecho que el coste de financiación haya caído significativamente. Hasta octubre, el rendimiento efectivo medio de la deuda emitida por España era del 2,51%, una cota solo mejorada una vez en los últimos 20 años (fue en 2009, y ese nivel estuvo influido por la proliferación de emisiones a corto plazo –que comportan menores tipos de interés que las emisiones a largo–).
Italia también ha logrado cubrir ya todas sus necesidades de financiación para 2013 y está optando por alargar la vida media de su deuda, amortizando bonos por deuda a plazos más largos.
La mejora de la percepción hacia España también ha permitido que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) emitiera ayer deuda en Japón, algo que no ocurría desde hace más de dos años. El ICO colocó 12.700 millones de yenes (93,5 millones de euros) en un bono a tres años entre inversores minoristas nipones.
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