La amarga victoria de Bachelet y la dulce derrota de Matthei
Los resultados de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Chile pueden conducir a la paradójica conclusión de que la exmandataria Michelle Bachelet cosechó una “amarga victoria” y su oponente, la candidata de la derecha, Evelyn Matthei, una “dulce derrota”.
La representante del pacto opositor Nueva Mayoría, que se presentaba a la reelección tras cuatro años en los que estuvo alejada de la política chilena, rozó el 47 por ciento de los sufragios y se quedó apenas a tres puntos de alcanzar el objetivo de ganar en primera vuelta.
A su vez, la aspirante oficialista, Evelyn Matthei, que asumió la candidatura de la derecha tras las renuncias de los exministros Laurence Golborne y Pablo Longueira y la derrota del extitular de Defensa Andrés Allamand en las elecciones primarias, consiguió frenar la sangría de votos que le auguraban algunos sondeos.
Matthei obtuvo el 25 por ciento de los sufragios y de esta manera logró que el próximo 15 de diciembre ella y Bachelet se vuelvan a ver las caras en la segunda ronda de los comicios presidenciales.
Además, la aspirante oficialista cerró el pasó al ascenso del independiente Franco Parisi, un candidato de corte populista que abjura de los partido políticos pero a quien los analistas consideraban un competidor directo de Matthei.
Parisi, que protagonizó una agria polémica con la abanderada oficialista durante la campaña electoral, se vio relegado a la cuarta posición con un 10,13 por ciento de los votos, levemente por detrás de Marco Enríquez-Ominami, líder del Partido Progresista, que se consolida como la tercera fuerza política del país.
Hace cuatro años ME-O obtuvo el 20 por ciento de los sufragios (casi el doble que ahora) y se convirtió en el “candidato revelación” de los comicios presidenciales en los que Sebastián Piñera se impuso al expresidente Eduardo Frei.
La mayoría de las encuestas proyectaban un triunfo de Bachelet por mayoría absoluta, lo que le habría dado el pase directo para recibir la banda presidencial de manos de Sebastián Piñera el 11 de marzo del próximo año.
Pero dos circunstancias mermaron las expectativas de la exdirectora de ONU Mujeres en la primera elección presidencial con voto voluntario que se celebra en Chile.
La primera es que este domingo acudieron a las urnas 6,6 millones de chilenos, una cifra inferior a todos los pronósticos, toda vez que el padrón electoral supera los 13,5 millones de votantes.
Y la otra es que Bachelet competía con otros ocho postulantes a La Moneda, seis de los cuales se ubicaban en un universo político similar o casi coincidente con el suyo.
Apoyándose en el hecho incuestionable de que casi dobla el número de votos obtenido por Matthei, Bachelet dijo esta noche a sus cariacontecidos seguidores que nadie debe llamarse a engaño.
“Aquí no hay dos lecturas, hemos ganado y por una amplia mayoría”, recalcó la expresidenta, que con más del 90 por ciento de las mesas electorales escrutadas, ganó en las quince regiones del país y con mayoría absoluta en nueve de ellas.
Y mientras tanto, en el bando conservador, Matthei coreaba en su cuartel electoral “¡Sí se puede!”, convencida de que si logró superar la carrera de obstáculos que para la derecha ha supuesto hasta ahora la campaña electoral, nada le impedirá dar el campanazo dentro de un mes.
“Las segundas vueltas son buenas para Chile, porque llaman a la moderación y a centrar los discursos”, aseguró.
Y junto con la necesidad de un balotaje para dilucidar quien será la próxima presidenta de Chile, otro de los hechos destacados de los comicios celebrados este domingo es que cuatro exdirigentes del movimiento estudiantil consiguieron escaño en el Parlamento.
Son los casos de la emblemática exdirigente del movimiento estudiantil Camila Vallejo, quien fue presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 2011; su sucesor en el cargo, Gabriel Boric; el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson, y Karol Cariola, exlíder de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción.
Vallejo y Cariola se presentaron por el Partido Comunista, mientras que Jackson lo hizo por Revolución Democrática y Boric por la Izquierda Autónoma.
Todos ellos se comprometieron durante la campaña electoral a impulsar en el Parlamento la profunda reforma de la educación que vienen reclamando en las calles casi desde el inicio de la presidencia de Sebastián Piñera.