“Aconsejo empezar la visita viendo las piezas destacadas”
"Una antigüedad debe tener al menos 100 años. La pintura contemporánea es una excepción” “Habrá catas de vino y no descartamos habilitar una zona para que las bodegas puedan vender”
Sobre los hombros de Ana Larrañaga recae la tarea de organizar algunas de las citas más importantes del año para Ifema. Fitur, la feria por excelencia del sector turístico, y Feriarte son dos de las más grandes. Conversamos con ella a menos de una semana del arranque del evento, momento en el que las oficinas del recinto ferial funcionan a pleno rendimiento para rematar los últimos preparativos y los pabellones de la feria empiezan a recibir la mercancía.
Pregunta. ¿Qué novedades veremos en esta edición de Feriarte?
Respuesta. Para empezar, todas las nuevas piezas que traen los galeristas y anticuarios para sus potenciales clientes: desde material de astrología, mobiliario, todo tipo de objetos de colección, pintura antigua o contemporánea. También se incluye este año un apartado dedicado al diseño, que hemos bautizado como D21. En ese espacio, varios artistas presentarán piezas decorativas (mobiliario, cristal, lámparas, etcétera) que son obras hechas en el siglo XXI, por lo que no son antiguas, pero en todos los casos son objetos únicos o, si no, de edición limitada. Otra novedad es que tendremos expuestos media docena de coches antiguos, todos ellos con alguna característica específica que les hace coleccionables.
P. Cuando hablamos de antigüedades, ¿a qué nos referimos exactamente? ¿Cuán antiguo debe ser el objeto?
R. El criterio medio para hablar de antigüedad es que las piezas tengan al menos 100 años. Luego hay excepciones, porque la pintura contemporánea lógicamente no entra ahí. Por eso, en Feriarte el corte medio son 50 años. Además, las piezas deben cumplir con un determinado nivel mínimo de conservación y unos grados máximos de restauración que permitan su exposición y venta. A partir de estas condiciones, se va viendo en función del objeto en sí. Si hablamos, por ejemplo, de alfombras, tienen que estar hechas sin tintes químicos.
P. ¿Han preparado este año alguna actividad nueva?
R. De manera paralela a la feria se realizarán unas catas de vinos premium de distintas bodegas en el espacio Art & Wine. No descartamos poner también una zona expositiva donde las bodegas puedan vender luego sus vinos. Se trata, a fin de cuentas, de un producto que mucha gente colecciona por muchas razones: no solo para consumirlo, sino por la historia o la añada que tenga detrás, por la colección a la que pertenezcan, etcétera.
P. El anticuario Jaume Bagot exhibe entre sus piezas un objeto singular: una momia auténtica. ¿Se puede vender una momia?
R. Está a la venta, sí, como todo lo que se expone en la feria. Su precio se sitúa en los 90.000 euros. Es la momia de una chica joven, no se sabe si perteneció a la nobleza o a la familia real, y por tanto fue hija de reyes o princesa.
P. La cantidad de objetos expuestos en Feriarte puede resultar abrumadora. Hay coleccionistas que saben muy bien lo que buscan, pero ¿cómo recomienda que visiten la feria quienes no persigan ninguna pieza en particular?
R. Mi consejo es que se dejen llevar por los objetos que más les gusten, como cuando uno visita una galería. Si se quiere hacer un acercamiento más completo, hay una posibilidad muy interesante: hacer el recorrido de las piezas seleccionadas. Se puede empezar por ahí.
P. ¿En qué consiste ese recorrido?
R. Nosotros les pedimos a todos los anticuarios y galeristas con expositor que nos destaquen solo una de sus piezas. Los criterios los ponen ellos mismos: pueden valorar su singularidad, su precio, su originalidad... Con eso se hace una relación que está disponible para los visitantes cuando llegan a Feriarte. Creo que seguir esa guía es una buena oportunidad para aprender mucho y sobre todo para ver las piezas desde los ojos de los galeristas, ya que ellos explican qué características especiales distinguen al objeto que han elegido.
“Las obras con valor artístico no tienen problema para venderse”
P. ¿Cómo está ahora mismo el mercado de la venta de antigüedades?
R. Lleva ya unos años afectado por las turbulencias económicas que atravesamos todos, independientemente de la actividad a la que nos dediquemos. Son tiempos difíciles, pero lo interesante es que todas aquellas buenas piezas con valor artístico y/o histórico se siguen vendiendo bien, son las que mejor aguantan. Tienen más dificultades quienes se dedican a vender objetos que no estén encuadrados en el segmento de alta gama. La feria supone para todos ellos una muy buena oportunidad para revitalizar el negocio y encontrar nuevos clientes.
P. El coleccionismo es un hobby muy particular, en ocasiones caro. ¿Hasta qué punto se puede fomentar entre los jóvenes?
R. Se trata de una afición que no tiene por qué ser cara. Casi todos tenemos alguna colección de algo, por pequeña que sea. Entre los jóvenes, por ejemplo, están los cómics o los discos. Se inicia por muchos motivos: por algo que se ve en el cine, por tradición familiar... La gente que tiene interés en alguna cosa en particular es más dada a empezar una colección.
P. ¿Cuál es el perfil del coleccionista que acude a Feriarte?
R. En nuestro caso suelen estar más relacionados con el mundo del arte, personas con inquietudes culturales. Pero el perfil del coleccionista es el mismo. Muchas veces uno empieza a comprar artículos que le gustan de una especialidad determinada y a medida que su conocimiento es mayor sobre el tema y su capacidad económica mejora va incorporando piezas mejores y más caras. Y cuando se da cuenta ya tiene una pequeña colección que siempre se puede ampliar.