Europa da el sí al Gobierno para avalar los créditos fiscales
Tampoco será hoy cuando el Consejo de Ministros apruebe la tan esperada norma de los activos fiscales diferidos (DTA en sus siglas en inglés) o créditos fiscales. La banca lleva esperando su aprobación desde hace casi un mes, sin embargo, “se está haciendo de rogar”. Varias fuentes consultadas aseguran que la norma por la que los bancos podrán contabilizar como capital de máxima calidad más de 28.000 millones de euros, está prácticamente concluida. “Se ha cerrado, ya no quedan flecos pendientes por resolver, salvo la fecha de su aprobación”, coinciden varias fuentes financieras.
Estas mismas fuentes aseguran que la regulación española para que los DTA computen como créditos fiscales cuenta desde hace tres semanas con la aprobación de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y de la troika. “Solo falta su paso por el Consejo de Ministros”, insisten estas fuentes conocedoras de las negociaciones de esta norma. El borrador que cuenta con luz verde de las autoridades europeas permitirá computarse como capital las bases imponibles negativas de los dos últimos ejercicios, es decir, desde 2011. Los anteriores a este ejercicio no. Esta fecha incluye así prácticamente todas las operaciones de consolidación o compra que han realizado los bancos en plena crisis financiera.
De esta forma, los activos fiscales que cuenten con la garantía del Estado no restarán del capital como establece Basilea III. Lo que supone, según fuentes de Hacienda salvar algo más de 28.000 millones de euros en créditos fiscales. Otras fuentes lo elevan en la actualidad a unos 32.000 millones de euros tras haber “arañado alguna reclamación más del sector”. Ambas cantidades, no obstante, están por debajo de lo que inicialmente pretendían obtener los bancos, que se elevaba a unos 50.000 millones de euros, que corresponden prácticamente a todos los activos fiscales con los que cuenta la banca.
Los activos fiscales que podrán beneficiarse de los avales del Estados como créditos fiscales serán los generados por deterioros de insolvencias y los activos adjudicados.
El plazo para que los bancos puedan monetizar esos créditos fiscales sería indefinido, mientras permanezcan registrados en balance. Aunque tendría que darse alguna de las siguientes circunstancias: liquidación de la entidad, insolvencia de la entidad o pérdida contable. En este último caso solo se monetizaría la cifra que resulte de la proporción de la pérdida contable respecto a la suma del capital más las reservas.
Fuera de este cómputo como capital o crédito fiscal quedan las aportaciones que ha realizado la banca a los fondos de pensiones comprometidos con sus empleados. La entidad que más ha defendido este punto ha sido Banco Santander, lo que le convierte ahora en el más perjudicado por la negativa de Hacienda (de quien depende esta norma al ser regulación fiscal) a incluirlos como parte de los DTA.
Fuentes del ministerio que encabeza Cristóbal Montoro, mientras, aseguran que la norma está a punto de aprobarse, pero que aún quedan flecos muy técnicos por cerrar. Y sitúan su paso por el Consejo de Ministros en la primera o segunda semana de diciembre. “No hay prisa. Es mejor hacer una buena norma que una norma con prisa. Además, hasta enero hay tiempo para seguir perfilando esta regulación. No es hasta 2014 cuando entra en vigor Basilea III”, explican. Esta norma internacional es la que elimina el cómputo de los créditos fiscales como capital, salvo que lo regule cada país, algo que ya han hecho los principales países europeos de una u otra forma. El Gobierno italiano lo reguló el pasado año, y es precisamente su modelo de monetización el que aplicará España.
Otras fuentes también de la Administración sitúan el paso de esta norma fiscal por Consejo de Ministros en el próximo viernes 29 de noviembre. Afirman, de hecho, que de no haber sido porque el ministro de Economía, Luis de Guindos, está en Bruselas en el Eurogrupo, “se habría aprobado hoy viernes”.
Uno de los bancos que sale más beneficiado de la aprobación de esta norma según la redacción actual es Bankia, ya que cerca de un 80% de sus fondos propios son activos fiscales diferidos. El segundo beneficiado es Banco Sabadell, que el 40% de sus fondos propios son DTA. Pero mientras que Hacienda considera que aún hay un mes y medio para poder aprobar esta normativa, la banca y Economía lo consideran más urgente.
La subasta de Novagalicia, ahora en pleno proceso de petición de ofertas, se ha retrasado sobre las previsiones iniciales del Gobierno a la espera de que se apruebe la regulación de los DTA. Santander, BBVA, CaixaBank y en menor medida el venezolano Banesco han condicionado la presentación de su oferta vinculante a la aprobación de los créditos fiscales. El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, reconoció públicamente hace casi un mes que para pujar por la firma gallega había antes que conocer la norma para conocer exactamente que créditos fiscales activará el Gobierno en la subasta. Novagalicia tiene en balance a 2.000 millones de euros en créditos fiscales. Y con otros 2.500 latentes, que pueden aflorar si se dan una serie de circunstancias.
Una regulación para todos los sectores industriales
La norma que se aprobará a través de un real decreto-ley, será general, es decir, que inicialmente afectará a todos los sectores empresariales, entre otras razones, para evitar que estos avales se consideren nuevas ayudas para la banca. Pese a ello, el objetivo es que el gran beneficiario sea el sector financiero, único al que se le fijan unos criterios de solvencia. aunque no se descarta que al final puedan aprovecharse de estos activos fiscales otras empresas.
Hacienda es el primer interesado en que estos avales no computen como déficit público, de ahí su prudencia.