El tríptico de Bacon, el cuadro más caro de la historia
El tríptico que el pintor Francis Bacon dedicó en 1969 a su amigo y famoso pintor Lucian Freud fue subastado hoy en Nueva York por 127 millones de dólares, convirtiéndose en la obra más cotizada del artista y en la pintura más cara jamás subastada, superando a “El grito”, de Munch.
La noche de múltiples récords en la sesión de otoño de arte contemporáneo y de posguerra de la casa de subastas Christie's, celebrada en el Rockefeller Center de Manhattan, se completó con el nuevo hito en subasta para un artista vivo gracias a los 52 millones de dólares alcanzados por “Balloon Dog (Orange)”, de Jeff Koons.
Pero todas las miradas estaban puestas en los “Tres estudios de Lucien Freud” de Bacon, que se anotó varias plusmarcas.
Por un lado, superó los 86 millones de dólares que hasta ahora situaban la plusmarca para el pintor anglo-irlandés con un precio que, con impuestos, se eleva a los 142,4 millones de dólares y supera a “El grito”, de Edvard Munch, que alcanzó en 2012 los 119,5 millones de dólares, hasta ahora el cuadro más cotizado en una subasta.
No obstante, todavía quedó lejos para alzarse como el cuadro más caro jamás vendido, más allá del mundo de las subastas, título que ostenta “Los jugadores de cartas”, de Paul Cézanne, que se estima fue vendido a la casa real de Catar por entre 250 y 300 millones de dólares.
El tríptico de Bacon, que había sido promocionado por Christie's como “una conversación entre maestros”, retrata con la distorsión de formas y el tormento interior habituales del artista a su amigo y rival Freud, quien se convirtió en el artista vivo más cotizado al vender en 2008 su “Benefits Supervisor Sleepeing” por 33,6 millones de dólares.
Este título recaía hoy en manos de Jeff Koons, cuyo “Balloon Dog (Orange)” se despachó por 52 millones de dólares, que con impuestos alcanzaba los 59,4 millones, superando las expectativas que le habían augurado un máximo de 55 millones de dólares y redondeando una semana muy mediática gracias a su colaboración con Lady Gaga.
Esta escultura que imita la textura ligera de un globo con forma de perro, en este caso de color naranja, que forma parte de su serie “Celebration”, iniciada en 90 del pasado siglo, puede considerarse un símbolo de ese mercado del arte inflado que hoy ha alcanzado una cota más y una nueva pregunta sobre cuándo llegará la explosión de la burbuja.
También se apuntó un récord Willem De Kooning, cuando el “Untitled VIII” alcanzaba el precio más alto en subasta para el autor al adjudicarse por 28,5 millones de dólares, al igual que Donald Judd, con 12,5 millones por “Untitled (DSS 42)” y el italoargentino Lucio Fontana, cuyo “Concetto Spaziale” se alzó hasta los 18,5 millones.
Otro artista que hizo una gran noche fue Andy Warhol, cuya Coca-Cola, síntesis del espíritu del Pop Art (“Todas las cocacolas son iguales y las cocacolas son buenas. Lo sabe Liz Taylor, lo sabe el presidente, lo sabe el vagabundo y lo sabes tú”, decía el artista), se subastó por 51 millones de dólares.
En esta misma velada, el “Mercedes-Benz W 196 R Grand Prix Car” de Warhol se vendió por 11,5 millones de dólares; su retrato de Mao y su “Hammer and Sickle” por 3 millones cada uno; el “One Dolar”, por 4,5 millones, sus “Zapatos de polvo de diamante” por 4,25 millones y, cerrando la noche, se adjudicó su “Fragile” por 1,7 millones. En total, sin contar impuestos, 78,95 millones de dólares en una sola sesión.
Y su compañero de corriente artística, Roy Lichtenstein, también triunfó con la venta de “Seductive Girl” por 28 millones de dólares, y “Sleeping Girl” por 2 millones.
Un Mark Rothko por 41 millones de dólares destacaba entre los mejor vendidos de la noche, aunque quedaba esta vez lejos del récord del pintor, que orgullosamente ostentan en Christie's y que se sitúa en los 86 millones, y justo antes de adjudicarse el tríptico de Bacon, la pintura de Christopher Wool “Apocalypse Now” alcanzaba en la puja un precio de 23,5 millones de dólares, superando las expectativas más optimistas.
Obras de Jasper Jones, Jean-Michel Basquiat (dos, por 10,6 y 26 millones de dólares), Alexander Calder, Louise Bourgeois, Jackson Pollock o Gerard Richter iluminaron la estelar noche de Christie's, que aspiraba a lograr su propio récord de 495 millones de dólares en ventas en una sola sesión y lo consiguió con creces, alcanzando los 611,35 millones de dólares sin impuestos.