Una reunión para crear una AEB más influyente en Europa
La banca no volverá a hablar del sustituto de Miguel Martín hasta marzo. "Hay que enfriar la polémica", dice un banquero
Tras la tormenta llega la calma. O eso intentan los bancos españoles. La semana pasada fue una de las más controvertidas por las que ha pasado la Asociación Española de Banca (AEB). Las tensiones entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y la gran banca llegaron a un nivel inimaginable, sobre todo porque lo hicieron públicamente. “Nadie, y menos el Gobierno debe airear de la forma que lo hizo Economía sus discrepancias con un sector determinado, en este caso, la banca”, asegura un experto financiero.
La polémica surgió, además, casi en vísperas de que se cierre el programa de asistencia financiera a la banca española por parte de Europa, lo que previsiblemente se producirá el próximo jueves. Este acontecimiento supondrá que España, y sobre todo su sistema financiero, deje de estar controlado por la troika –integrada por la CE, el BCE y el FMI–. Será el fin de la intensiva vigilancia a la que se ha visto sometida la banca española tras recibir ayudas europeas por más de 40.000 millones de euros.
El detonante del conflicto fue la aprobación por parte de la AEB del ex director general del Banco de España, José María Roldán, como candidato a presidir la patronal bancaria en abril de 2014 tras la salida de Miguel Martín.
Guindos intentó tumbar este nombramiento, que inicialmente contaba con el visto bueno del Banco de España, y del que había sido informado el propio ministro. Economía consideraba poco “estético” e incluso en un momento dado, también poco “ético”, que un director general del Banco de España, que había actuado de supervisor durante la crisis de las cajas de ahorros, entrase por la puerta giratoria a presidir la patronal bancaria. Más cuando las estrictas reglas impuestas por la troika para conceder el rescate financiero aún están vigentes hasta fin de año. La banca no comparte los argumentos de Guindos, entre otras razones, porque el posible nombramiento de Roldán como presidente de la AEB se produciría en abril, con la troika fuera. Además, si la troika hubiera puesto alguna pega a esta elección “el Banco de España tendría que saberlo, y el supervisor aprobó la candidatura”, explica un directivo financiero.
Las mismas fuentes hablan de que si Economía quiere seguir al pie de la letra las exigencias o sugerencias de la troika para el sistema financiero, las enmiendas aprobadas en el Congreso para incorporarlas a la ley de cajas, en las que se elimina el fondo de rescate si las fundaciones se desprenden del 51% del capital del banco estaban dentro del guión de las cosas que no podían hacer las cajas. Y, sin embargo, “se van a hacer. Por qué, porque se ha hablado con la troika y se ha permitido. Además, se está negociando entre PP y CiU incorporar en el Senado una enmienda para retrasar en unos años, la incompatibilidad para que consejeros de un banco se sienten en la fundación o viceversa, “y este punto también es contrario a las exigencias de la troika, pero como de aprobarse se llevaría a cabo después de que finalice el rescate financiero, pues parece factible que se incorpore a la ley del sector, o por lo menos eso confían las cajas”, explica un experto financiero.
De cualquier forma, ambas partes, Economía y la banca, intentan buscar un punto de encuentro. De momento, la banca comunicó públicamente el jueves que mantenía su apoyo a Roldán, mientras que Guindos reiteraba que Economía “no veta a nadie”. “Esta será la última mención pública que haremos sobre este asunto en mucho tiempo, hasta marzo, cuando tengamos que comunicar ya el candidato definitivo, que puede ser, por qué no, Roldán. Su candidatura, de hecho, no está en discusión”, explica un destacado ejecutivo de un banco.
Otro ejecutivo reiteraba que ahora “toca enfriar este asunto, y en eso hemos quedado”. Pero, mientras sucede esto, los presidentes de Popular y Sabadell, y los consejeros delegados de Santander y BBVA se reunirán en estos días –el viernes aún no había fecha–. En este acto, previsto con anterioridad a la polémica sobre la candidatura de Roldán, se debatirá el futuro de la AEB, y la de su próximo presidente. El objetivo es dar un giro a la patronal con una nueva estructura con la que se pretende impulsar su labor de lobby en Europa. “Las normas partirán del BCE, no de España, por ello hay que adaptarse a este cambio. A la supervisión única”, señala un directivo financiero de un gran banco.