Cómo y cuándo retrasar lo que se debe a Hacienda
En 2007, cuando la crisis aún no había dado la cara con toda su intensidad, los contribuyentes aún disponían del recurso al crédito para tratar de hacer frente al pago de sus impuestos. En la medida en que la actividad cayó, el sector inmobiliario se desplomó y el crédito se cerró, el recurso de los contribuyentes al aplazamiento de sus impuestos ha crecido de forma exponencial. En 2007, el número de peticiones superó el medio millón y el importe solicitado fue 5.866 millones de euros. Solo un año después, las solicitudes crecieron un 30,8% y el importe se disparó un 63,3% hasta los 9.580 millones. Esa progresión ha seguido creciendo hasta alcanzar un máximo histórico en 2012, cuando se pidieron aplazamientos por importe de 17.595 millones. El número de solicitudes no dejó de crecer (1,94 millones en 2012 y 1,58 millones entre enero y septiembre de 2013), pero el volumen solicitado sí ha empezado a caer (17.595 millones en 2012 y 12.539 millones entre enero y septiembre de 2013).
Fuentes de la Agencia Tributaria apuntan, no obstante, que la cifra que mejor explica cómo se están comportando los aplazamientos de pago es el volumen concedido sobre el solicitado, ya que un mismo contribuyente puede solicitar al mismo tiempo el aplazamiento de varios pagos. Entre enero y septiembre de 2012 se solicitaron 14.073 millones y se concedieron 5.488 millones, lo que supone un 39% del total. En el mismo período de 2013 se solicitaron 12.539 millones y se concedió 5.480 millones, lo que representa un 43,7% del total. Es decir que la ratio entre los aplazamientos solicitados y concedidos ha crecido un 12,1% entre enero y septiembre. Este porcentaje, sin embargo, puede sufrir modificaciones ya que hay muchas solicitudes que aún están tramitándose. Además de Hacienda, la Seguridad Social también permite a las empresas demorar el pago de cotizaciones, aunque su importe es mucho menor. Los últimos datos muestran que el organismo que dirige Tomas Burgos recibió en 2012 solicitudes para retrasar cuotas sociales por 1.570 millones de euros.
¿Cuántos de los 5.480 millones de aplazamientos concedidos por Hacienda se queda sin cobrar? La Administración asegura que la mayor parte termina devolviéndose, ya que analiza la situación de las empresas y rechaza la posibilidad de demora cuando observa que no hay capacidad para cumplir con los compromisos. De hecho, la deuda que le preocupa es la que se genera por evasión fiscal o simplemente por impago.
Cómo y cuando se puede retrasar la factura fiscal
Una empresa o un particular puede reclamar a Hacienda una demora en el pago de los impuestos prácticamente en cualquier momento. Incluso si ya se ha cumplido la fecha para el abono de un determinado impuesto. La legislación solo impide la realización de este trámite siempre y cuando la Agencia Tributaria o la Seguridad Social ya han notificado el inicio de un embargo.
La mayor parte de las empresas que reclama posponer deuda fiscal opta por aplazar la cuota de IVA o el impuesto sobre sociedades, ambos competencia del Estado, mientras que la Seguridad Social decide sobre el retraso en el abono de cotizaciones sociales. Para el pago de otros tributos como el impuesto sobre transmisiones, el contribuyente debe dirigirse a la comunidad autónoma competente.