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El grupo ultima una operación para refinanciar deuda

Amper trata de ganar mes y medio de negociación para evitar el concurso

La deuda de la compañía asciende a 131,5 millones El grupo podrá seguir negociando hasta el 16 de diciembre si vende activos

Enrique Bañuelos, a la izquierda, presidente de Veremonte y Amper, y Xavier Adserá, consejero delegado de Veremonte.
Enrique Bañuelos, a la izquierda, presidente de Veremonte y Amper, y Xavier Adserá, consejero delegado de Veremonte.

Amper ultima una operación, que puede consistir en una venta de activos y/o la entrada de capital en la compañía, para ampliar la negociación sobre la refinanciación de la deuda hasta el mes de diciembre, de acuerdo a fuentes del mercado, y evitar en el peor de los casos el concurso de acreedores. El grupo tecnológico español, que agrupa a 41 sociedades, dispone de plazo hasta este jueves para refinanciar, plazo que se extendería hasta el próximo día 16 de diciembre de forma automática en el caso de que la empresa lograra liquidez.

 “De no alcanzarse un acuerdo en el proceso”, informó Amper a la Comisión Nacional del Mercado de Valores con motivo de una reciente ampliación de capital, “las entidades financieras podrían entender incumplidas las obligaciones de Amper según el contrato de financiación sindicada, lo que a su vez, podría provocar el vencimiento anticipado de dicho contrato, exigencia de pago anticipado del principal de la deuda y sus intereses y, en su caso, ejecución de las garantías que pudieran haber sido otorgadas a favor”. Todo ello, continúa la compañía, “podría afectar negativamente a las actividades, situación financiera, los resultados y, en última instancia, podría provocar la insolvencia y la posibilidad de declaración por parte de la sociedad de cualquiera de las opciones concursales o preconcursales previstas en la Ley”.

En los nueve primeros meses del año la compañía presidida por Veremonte, la sociedad del inversor Enrique Bañuelos, ha ingresado 188,6 millones de euros, frente a los 228,3 millones de facturación en el mismo periodo de 2012. El ebitda del grupo se ha reducido a 3,4 millones de euros desde los 5,8 millones registrado en septiembre del pasado año. La deuda financiera neta ha ascendido a 131,5 millones de euros, frente a los 107 millones de deuda en septiembre de 2012.

Las pérdidas registradas hasta septiembre ascienden a 19,7 millones de euros, frente a las pérdidas de 14,6 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior. El grupo aludió a la depreciación del real brasileño frente al dólar y a la devaluación del bolívar venezolano, para explicar un impacto negativo sobre la cuenta de resultados de 5,9 millones de euros.

El grupo está inmerso en un plan de negocio 2013-2016 ligado a un recorte de costes y a potenciar su negocio en Latinoamérica. Este año Amper ha reducido los costes de explotación en 13 millones de euros; se encuentra “en proceso de cerrar aquellas líneas de negocio o contratos en España con menor rentabilidad”. A 30 de septiembre las ventas en el mercado exterior han supuesto un 81% del total de la cifra de negocio de Amper.

La compañía, a través de su filial Desca, informó recientemente que intervendrá en un proyecto de Seguridad Nacional para un Estado de la República Mexicana valorado en 7,8 millones de euros, que servirá para paliar en parte la resolución, de forma amistosa, de un contrato que el grupo, como subcontratista, tenía con el Ejército de Tierra de Emiratos Árabes, valorado en su totalidad en 90 millones de euros y con una duración de tres años, hasta 2015.

La inversión más importante de Bañuelos en España tras Astroc

Enrique Bañuelos es presidente y primer accionista de Amper, con el 21,6% a través de su sociedad Veremonte. El inversor entró en el capital de la tecnológica española en mayo de 2012 en una operación valorada en 20 millones, tras abandonar Brasil, donde vendió la participación que mantenía en el grupo Vanguarda, líder en agroalimentario en el país latinoamericano.

 Amper es la primera gran inversión de Bañuelos en España desde que dejara el país tras sacar a Bolsa la inmobiliaria Astroc, que empezó a cotizar en 2006 a poco más de seis euros por acción y llegó en unos meses a superar los 70 euros por título. Bañuelos dejó Astroc cuando los títulos de la compañía y el sector inmobiliario se hundieron por el pinchazo de la burbuja.

El inversor ha abierto oficinas de Veremonte en Pekín, Londres, Sao Paulo y Bogotá. En la actualidad también trabaja en el desarrollo de Barcelona World, un complejo de juego y ocio apoyado por la Generalitat y La Caixa.

En el consejo de administración de Amper también se sientan Yago Méndez (presente en el de Pescanova), y, desde marzo de 2011, Ignacio López del Hierro, entre otros.

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