Fagor necesita financiación urgente para salvar el concurso
Desde la compañía comentaron que su situación “exige un esfuerzo adicional en la búsqueda de financiación”. Diversas entidades consultadas ayer no tenían previsto en su agenda reuniones con representantes de la cooperativa, que necesita una inyección de más de 100 millones para evitar la presentación del concurso de acreedores y hacer frente a los pagos más inmediatos.
Entre ellos, las facturas pendientes de los proveedores, que han cortado los suministros de componentes, por lo que varias fábricas del grupo han tenido que parar. La producción de electrodomésticos obliga, como en el sector de automoción, a que toda la cadena logística responda. La falta de una pieza deja sin actividad las instalaciones.
Además del área fabril, Fagor Electrodomésticos tiene otros frentes abiertos. De su filial francesa, adquirida en 2005, tampoco obtiene satisfacciones. El auditor Deloitte ya advirtió en su informe del primer semestre de este ejercicio que el negocio en el país galo ha causado un deterioro patrimonial de 50 millones en el balance de la cooperativa de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa), que compró Brandt en pérdidas y con un tamaño empresarial mayor que el suyo.
Las pérdidas de la primera parte del año (66,8 millones de euros) triplicaron las de mismo periodo del año anterior. Desde 2011, la suma de los números rojos supera los 181,5 millones de euros.
Y el mercado tampoco acompaña. Solo en España, donde es líder con una cuota del 13,3%, ha dejado de ingresar 600 millones desde el inicio de la crisis por el desplome de la construcción. Menos viviendas nuevas y menos cocinas a equipar con los electrodomésticos de la marca Fagor. En Francia, un mercado también venido a menos, tiene más presencia por Brandt (cuota del 14%). En Polonia, uno de los pocos países de Europa con la demanda al alza en línea blanca, controla el 7,2% del sector, pero en este mercado se ha aliado con la multinacional china Haier, el número uno de esta industria en el mundo y que quiere desplegarse en el ámbito de la UE.
Más ajustes
Fagor Electrodomésticos no ha especificado las medidas de ajuste que pudiera aplicar a su base industrial y a su plantilla. Con 13 fábricas en cinco países, cinco de las plantas están en España.
La plantilla ha ido adelgazando. Al cierre del primer semestre estaba integrada por 5.642 empleados, 1.300 menos que cuando acabó 2012. Parte por jubilaciones y el resto por contratos no renovados a su término.
La compañía tiene 3.400 socios, que este año han aprobado una rebaja del sueldo del 6,48% y la supresión de la paga extra del verano. Desde la empresa de Arrasate-Mondragón buscan una mayor implicación en su crisis de la Corporación Mondragón, que precisamente nació hace medio siglo a partir del proyecto cooperativo de Ulgor, la inicial Fagor Electrodomésticos.
Los despidos son impensables en la órbita cooperativa, cuya filosofía central es la defensa del empleo de todos sus socios. Por eso, fuentes de la empresa guipuzcoana desmintieron ayer la posibilidad de su conversión en una sociedad anónima. Para salir del hoyo, la compañía valora “una serie de mecanismos que están avanzados”, y que pudieran suponer la venta de alguna de las plantas en el extranjero, según fuentes del sector. Tiene cuatro en Francia, un complejo fabril en Polonia, una en Marruecos y dos en China.
Alarma en la órbita cooperativa
Los órganos de gobierno de las cooperativas integradas en Corporación Mondragón llevan varios días de reuniones, preocupadas por la situación de Fagor Electrodomésticos, una referencia no solo en este ámbito sino en todo el tejido industrial del País Vasco. Desde el grupo ya le han lanzado varios salvavidas, el último el fondo de 70 millones dotado en mayo pasado entre todas las empresa que están en la órbita de la multinacional vasca. Algunas han ido más lejos y han acogido en sus plantillas a socios de Fagor Electrodomésticos, como Copreci, que fabrica componentes de línea blanca, y otras empresas de la división de automoción.
Estas recolocaciones tienen sus límites en cooperativas industriales que también sufren los embates de la crisis. Este entorno reprocha a Fagor Electrodomésticos que se ha pasado un lustro sin afrontar recortes, cuando el resto ha hecho sus deberes, para contrarrestar un mercado a la baja y la creciente competencia de los fabricantes asiáticos, sin rivales en los costes laborales. El apoyo financiero de Laboral Kutxa, la división financiera de la corporación, también está acotado por su alta concentración de riesgos en empresas del grupo.
Fagor Electrodomésticos ha recibido este año préstamos de la sociedad Socade del Gobierno vasco (10 millones) y otros 30 millones de Ekarpen, participada al 50% por Kutxabank.