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Modificación en la Ley de Contratos

Fomento mete la tijera en los precios de licitación de futuras obras

Baja a las constructoras el gasto de estructura para atender los contratos El presupuesto estimado para las obras bajará de forma generalizada

Ana Pastor, ministra de Fomento.
Ana Pastor, ministra de Fomento.
Javier Fernández Magariño

El Ministerio de Fomento ha dado una nueva vuelta de tuerca al sistema de licitación de obra pública en busca de lanzar proyectos, aunque sea con cuentagotas, con el máximo ahorro posible.

Una orden ministerial de 30 de septiembre –publicada ayer– recorta los presupuestos base de licitación de las obras que salgan a concurso de aquí en adelante e incluso los de las ya aprobadas y que están aún pendientes de licitar. La fórmula que ha buscado el Ministerio de Ana Pastor para meter la tijera es rebajar los gastos generales de estructura de las empresas adjudicatarias en la medida en que lo permite la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas.

Los presupuestos base que marca Fomento en cada uno de sus concursos se compone del precio que estiman los técnicos para la ejecución de la obra (personal, materiales, amortización y conservación de la maquinaria, instalaciones provisionales, etcétera), los gastos generales de estructura, el 6% que se reserva como beneficio industrial del contratista y el IVA sobre las dos primeras partidas.

Los citados gastos de estructura de las constructoras, que hasta ahora iban del 13% al 17% y que es donde Fomento busca este nuevo ajuste, abarcan desde la gerencia y dirección de obra, hasta los técnicos, personal de administración, la amortización de los locales, mobiliario y equipos, entre otros muchos gastos del día a día. Pero también los impuestos (excluido el IVA), avales o tasas como la propia licencia de obras. El Ministerio rebaja ese plus en el coste de las obras a un 13% “con carácter general”.

El Reglamento general de Contratación del Estado, en su artículo 68, da vía libre al Gobierno para variar este porcentaje cuando lo considere necesario. En este caso, Fomento justifica la medida por unas “circunstancias actuales que obligan a una mayor eficacia en el uso de los recursos públicos de forma que se pueda materializar el ahorro necesario sin que se resienta la correcta ejecución de la inversión pública”.

Las obras en ejecución quedan exentas

- La rebaja de cuatro puntos porcentuales en los gastos de estructura de las adjudicatarias a la hora de ejecutar un contrato no afecta a obras ya en marcha. Sin embargo, la medida sí toca a actuaciones aprobadas y aún por licitar y, en líneas generales, a todo concurso que promueva Fomento a partir de ahora.

- Los proyectos por licitar modificarán sus pliegos para la adopción de la orden publicada ayer por el Ministerio de Fomento.

Esa banda del 13% al 17% que reconoce los costes de las empresas adjudicatarias es fijada por cada uno de los ministerios en sus licitaciones dependiendo del tipo de obra. Fuentes del sector apuntan que, por regla general, se ha venido optando por la parte alta de la horquilla a la hora de adjudicar grandes actuaciones

La decisión de Fomento, con la rebaja de hasta cuatro puntos porcentuales en los presupuestos base de licitación, abre camino para medidas similares en otros departamentos promotores de obra pública. Sin ir más lejos, Medio Ambiente fijó en agosto de 2011 los gastos generales de las adjudicatarias en el 16% sobre el presupuesto de ejecución material.

Esta mala noticia para las constructoras llega después de que hayan salido a la luz unos nuevos Presupuestos Generales del Estado restrictivos en lo que toca a infraestructuras, con un nuevo descenso del 9,8% que se suma a los de 2013 (-13,5%), 2012 (-28,1%) y 2011 (-35,5%).

Otras reformas recientesen los contratos del ministerio

Departamentos dependientes de Fomento empezaron en abril a poner cerco a una de las reglas históricas de la obra pública: la revisión de precios en los contratos. Fue la Secretaría de Estado de Infraestructuras, de la que cuelgan las direcciones generales de Carreteras o de Ferrocarril, la que ordenó eliminar de los pliegos de sus concursos este tipo de modificado. De este modo las constructoras cargaban con imponderables como la evolución de los costes energéticos o de las materias primas a lo largo del plazo de ejecución. Ya en julio, Adif se dirigió a las ingenierías para alargar contratos de supervisión de obra (suelen suponer el 2,5% del presupuesto) a punto de expirar y en los que los proyectos han sido reprogramados. Adif no señalaba nuevos plazos, pero daba precios cerrados para los servicios extra que demandaba.

Lamento unánime ante la nueva rebaja en la inversión pública

“Un nuevo año de tormentosa travesía” o “ajuste fiscal prácticamente en exclusiva contra la industria de la construcción”. De este modo valoraron dos de los representantes de las patronales de la construcción, Juan Lazcano (presidente de CNC) y Jaime Lamo de Espinosa (presidente de ANCI), los nuevos recortes para 2014 en la inversión pública del Gobierno.

 

Alejandro Llorente (presidente de Aerco) destacó en una tribuna publicada en este periódico que buena parte de la inversión presupuestada cada año se aplica a atender compromisos adquiridos en ejercicios anteriores. Otra parte se destina a sufragar las anualidades de contratos en marcha. En este contexto de presupuestos en continua reducción, los tres valoran que apenas quedan fondos para licitar nuevas infraestructuras e incluso para mantener las ya existentes.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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