Los hoteleros piden rebajas de tributos a cambio de abrir toda la temporada
Oropesa del Mar abona ya este año el 50% del importe del IBI Marbella se compromete a pagar en 2014 la mitad de la factura del IAE
El turismo en España ofrece dos caras radicalmente diferentes. Por un lado, los grandes destinos de sol y playa que han colgado los carteles de “completo”, con niveles de ocupación que en el caso de Cataluña y Baleares han llegado al 90% gracias al tirón del turismo internacional. En el otro lado, figuran los enclaves urbanos y de interior que salvo contadas excepciones (Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Valencia o Palma de Mallorca) no han logrado ocupar ni la mitad de las camas por su fuerte dependencia del visitante nacional, que ha reducido al mínimo sus desplazamientos.
Todos ellos afrontan la temporada baja con distintas perspectivas. Los grandes de sol y playa, con las arcas repletas, prefieren cerrar sus establecimientos, con la excepción de Canarias, donde el invierno es temporada alta. De hecho, el Ejecutivo prevé que todo el trasvase de turistas extranjeros que han cancelado su viaje a Egipto optará por Canarias como destino alternativo. Y los de empresarios con alojamientos en el interior están claramente preocupados por el desplome del turismo nacional, el recorte presupuestario a los viajes del Imserso y la falta de liquidez para hacer frente a gasto corriente, como cotizaciones de Seguridad Social, el impuesto de bienes inmuebles (IBI) o el impuesto de actividades económicas (IAE). En las navidades pasadas ya hubo hoteles en Asturias y en Galicia que no abrieron en el Puente de la Constitución, uno de los de mayor tránsito de viajeros, ya que les salía más barato que tenerlos abiertos.
En este contexto se enmarca la ofensiva de los empresarios para tratar de renegociar el pago de impuestos o al menos aplazar su pago. Este año ya lo han logrado en Oropesa del Mar (Castellón), que subvenciona el 50% del pago de la factura del IBI a todos aquellos establecimientos que abran todo el año (una medida que si adoptan todos los hoteles podría restar hasta 400.00 euros a las arcas municipales) y cuyo consistorio baraja ampliarlo a 2014. Otro municipio con el que se ha alcanzado un acuerdo es el de Marbella que bonificará el próximo ejercicio un 50% del recibo del IAE, un tributo que afecta a las grandes empresas (solo lo pagan aquellas que facturan más de un millón de euros al año). Los responsables del área económica ya trabajan para impulsar una rebaja selectiva de tributos y en caso de que no sea posible, optarán por líneas de subvenciones con tipos de interés reducido.
El IAE solo lo pagan los hoteles que facturan más de un millón
No son los únicos. Los responsables de la Asociación de Hoteleros de Santiago, una de las localidades más afectadas por la caída del turismo nacional, ya han mantenido reuniones con los responsables municipales para tratar de lograr una rebaja en el IBI. “Buena parte de sus ingresos dependen del turismo. El incremento del IBI es algo especialmente sangrante y hay mucho descontento en el sector”, apuntan. A algunos empresarios se les ha impedido incluso el fraccionamiento de pago del tributo, que han tenido que abonar antes de la llegada de temporada alta, con el impacto negativo que ha tenido en sus cuentas.
Los hoteleros de Murcia, pese a ser un destino de sol y playa y recibir gran parte de su flujo turístico en verano, también están tratando de arañar alguna ventaja fiscal a través de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Costa Cálida (Hostetur). Esta organización ya ha remitido un escrito en este sentido a los ayuntamientos de San Javier, San Pedro del Pinatar, Cartagena, Águilas, Mazarrón y Los Alcázares, en el que muestra “su profunda preocupación por la situación que atraviesan los establecimientos turísticos del litoral, que han tenido que rebajar sus precios y han disminuido el número de estancias y usuarios”. Esa coyuntura ha provocado, según Hostetur, que los márgenes de beneficios de la hostelería sean cada vez menores, “por lo que muchos empresarios se han visto obligados a despedir a trabajadores o a cerrar sus negocios durante muchos meses al año”.
Estas negociaciones con los responsables municipales se unen a las desarrolladas por la patronal Cehat, con poco éxito por cierto, con los ministerios de Hacienda y Empleo para que los hoteles con problemas de tesorería pudieran aplazar el pago de las cotizaciones sociales durante la temporada baja.
Un resultado desigual en la lucha tributaria
Los empresarios del sector hotelero han obtenido un resultado desigual en la lucha emprendida contra la subida generalizada de impuestos. Han obtenido una victoria en el contencioso que mantenían con los ayuntamientos por el IAE. Hacienda les ha reconocido por ley, a raíz de una consulta formulada por un establecimiento, la posibilidad de aplicarse una bonificación del 30% por la superficie declarada en el IAE, algo que no podían hacer hasta ahora, lo que les ahorrará 70.000 euros por establecimiento al año, según estimaciones de la patronal.
Esa victoria todavía es parcial en el caso del IBI, donde la patronal Cehat ha contratado a PwC para iniciar una batalla legal con el fin de tratar de revocar las elevadas subidas aprobadas en los últimos ejercicios. A esta iniciativa se están adhiriendo los hoteles que persiguen una rebaja fiscal.