Habrá medio millón de familias desahuciadas para 2016, según la plataforma de afectados Afes
La asociación propone un modelo de mediación y quitas sobre la deuda de los afectados.
“Desde que comenzó la crisis ya han perdido su vivienda 150.000 familias y si no buscamos soluciones podemos acabar 2015 con más de medio millón de familias afectadas”, avanzaba esta mañana Carlos Baños, presidente de la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES).
Se trata de una plataforma de afectados basada en la premisa de que “el problema se soluciona con la banca, no contra la banca”, en palabras de Baños, cuya asociación opera en la Comunidad de Madrid desde 2009.
El informe presentado esta mañana por la asociación, basado en una muestra de 10.000 afectados (7.500 de Madrid y 2.500 del resto de España), datos de la Asociación Española de Banca (AEB), del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Banco de España, advierte que si no se adoptan nuevas medidas el impago de las familias seguirá en aumento.
En concreto, la estimación de la asociación es que la mora hipotecaria, que en la primera mitad del año ya ha alcanzado la histórica cota del 5,1%, más de 300.000 créditos hipotecarios impagados, alcanzará el 6% el próximo año.
Baños ha recordado que el 65% de los desahuciados ha perdido su vivienda como consecuencia directa de su situación de desempleo, un problema que dista de haberse arreglado y cuyas consecuencias, por el contrario, se hacen más evidentes con el paso del tiempo como consecuencia del consumo de las prestaciones de paro.
Baños ha recordado que desde que comenzó la crisis 150.000 familias han perdido su vivienda y en el 65 por ciento de los casos el paro ha sido la principal causa del impago de la hipoteca.
Afes propone la creación de un cauce de mediación nacional que permita dar una solución a las dos partes, entidades acreedoras y clientes morosos. Una negociación en la que la asociación dibuja las quitas como principal baza.
Un modelo aún minoritario pero exitoso de Afes es el de buscar un comprador por la vivienda del afectado antes de la ejecución hipotecaria, lo que permite negociar con el banco una cancelación de la deuda original a cambio de la obtención de nuevos ingresos y de evitar que el inmueble pase al balance de la entidad.