Guggenheim gana adeptos y parte como favorito para quedarse con NCG
Ha endurecido su plan de compra. Pujará por el 100% de la firma gallega, estará en el capital más de cinco años, no reclamará ayudas y mantendrá el empleo
A mediados de la próxima semana está previsto que el FROB dé el pistoletazo de salida oficial para inicial la subasta de Novagalicia Banco, pese a que Economía había comentado que el inicio se daría el pasado día 16 de septiembre. Antes, el FROB ha tanteado a BBVA, La Caixa, Santander e incluso al fondo estadounidense Guggenheim y a otros posibles inversores para conocer exactamente el interés que despierta la venta de la firma gallega. Varias fuentes de la gran banca, de hecho, aseguran que mañana viernes el organismo que dirige Antonio Carrascosa preguntará a esta lista de potenciales interesados si finalmente están dispuestos en examinar el libro de venta de Novagalicia.
El proceso de venta de NCG cuenta con varias novedades sobre las subastas anteriores realizadas por el FROB. La principal es que parte con un precio inicial de la entidad realizado en este caso por BNP Paribas. En las anteriores subastas eran los bancos interesados los que fijaban a través de sus ofertas la valoración de la entidad en venta.
Otra novedad es la participación de un fondo en este proceso. Hasta ahora Economía y el Banco de España habían sido reticentes a la venta de entidades financieras a un fondo, al considerarse compras especulativas, lo que podía alterar la estabilidad de la entidad en cuestión. Además, explican varias fuentes, una de las exigencias que figurará en el libro de venta será la de establecer un rango de concesión de crédito a través de Novagalicia para los próximos años.
La venta de Evo Banco al fondo Apollo por parte de Novagalicia, en el que el FROB cuenta con el 64% de su capital, en la que se fijó también un precio y un criterio de concesión de créditos ha servido de prueba piloto para la subasta de NCG. Lo mismo que la exigencia de una ampliación de capital por parte del comprador, que en el caso de Evo será de 180 millones de euros, que se sumarán a los 60 millones que Apollo pagó por esta filial de NCG.
De esta forma, Evo Banco, que en breve contará con ficha bancaria sumará un capital adicional de 240 millones de euros. Además, potenciará la concesión de créditos, algo a lo que Apollo se comprometió en su oferta, al ser uno de los requisitos para pujar. Otra exigencia es que preserve el empleo de Evo. En este sentido, ayer NCG, que negocia en nombre de Apollo, llegó a un acuerdo con la plantilla de Evo para garantizar el empleo, aunque reducirá el salario de media un 7,2%, aunque no afectará a sueldos inferiores a 33.000 euros.
Pese a que aún no se han especificado los requerimientos para ofertar por NCG, ya varias fuentes apuntan a que el interés que ha demostrado Guggenheim por la firma gallega sobrepasa lo que inicialmente preveía el mercado. De momento, el fondo estadounidense ha cambiado sus planes respecto a NCG y está dispuesto a ofertar por el 100% de su capital. Sus planes iniciales eran adquirir el 51% del capital de Novagalicia y dejar que el FROB mantuviera su participación algún tiempo para más tarde vender a inversores o sacar a Bolsa el 49% del Estado. El Banco de España y las condiciones del FROB han hecho regular a este fondo, razón por la que su oferta será por la totalidad. Además, como ya ha expresado a Economía este verano, no solicitará ayudas o esquemas de protección de activos (EPA), aunque sí pretende activar parte del crédito fiscal de NCG, que asciende en su totalidad a 4.500 millones, de los que tiene activados 2.100 millones.
Su idea, además, es mantenerse en el capital de NCGun mínimo de cinco a ocho años, y mantener el empleo.
El FROB y el Banco de España ya han respaldado en los últimos días la entrada de inversores foráneos en NCG, lo que ha sido interpretado como un espaldarazo a esta oferta.
BBVA y La Caixa también están interesados en NCG, y en menor medida Santander. Eso sí, consideran a Guggengenheim un rival cada vez más fuerte. Tiene el apoyo de la Xunta y de la propia entidad, además, lleva casi dos años analizando la firma gallega.