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Angelo Bonati, presidente de Panerai

“Europa será pronto una región menor para el lujo”

Tras 30 años ocupando cargos de responsabilidad en el sector del lujo, Bonati fue nombrado en 1997 presidente de Panerai. Desde entonces ha situado la marca en el mapa y ha podido volcarse en una de sus pasiones: la vela

Una de las competiciones de vela más vistosas del mundo, la Classic Yachts Challenge, tiene a Panerai como patrocinador exclusivo. La marca italiana de relojes reúne durante todo el año en diez ciudades del mundo a auténticas joyas de la navegación: veleros de uno, dos y tres palos que suman, en algunos casos, más de un siglo de historia. Aprovechando la etapa española, celebrada el último fin de semana de agosto en Mahón (Menorca), CincoDías entrevista al presidente de Panerai, Angelo Bonati (Milán, 1951), un apasionado de la vela, a bordo del Eilean, el buque insignia de la relojera.

Pregunta. ¿Cuál es la relación entre Panerai y el mar?

respuesta. Está en sus genes. Los primeros relojes de la marca se diseñaron para la Marina militar italiana. Tenían que ser sumergibles, precisos y muy resistentes, ya que los usaban hasta los comandos en sus misiones.

P. ¿Cómo describiría a sus clientes?

“Cada velero es único, como nuestros relojes”

Bonati defiende a capa y espada la vinculación de Panerai al mundo de la vela a través del Classic Yachts Challenge. “Siendo conscientes de que nos queríamos posicionar en el segmento de lujo deportivo, teníamos que encontrar el elemento preciso en el que nos sintiéramos cómodos. Fue sencillo unir Panerai a los yates clásicos, porque cada uno de estos veleros es único, exclusivo, tiene alma propia. Sucede lo mismo con nuestros relojes”. El catálogo de Panerai cuenta con unas 60 referencias. El Luminor Marina, que cuesta 6.000 euros, es el más popular, aunque hay modelos, como el Tourbillon, que ascienden hasta los 150.000 euros.

La firma, que data de 1860, ha sido proveedora oficial de la Marina italiana durante décadas. Empezó en los años treinta con un modelo para comandos submarinistas. No se lanzó al mercado del lujo hasta los noventa, tras ser adquirida por el grupo Richemont.

r. Sienten pasión por el trabajo bien hecho, valoran la autenticidad del producto y la exclusividad. Tenemos la exigencia de ofrecerles emociones que valgan la pena, que les hagan sentir especiales.

P. ¿En qué mercados están logrando mejores resultados?

r. Estamos presentes en casi todos los países, pero el número uno es Hong Kong. Luego vienen Italia, Estados Unidos y a continuación los demás.

P. ¿Qué hay de España?

r. Considerando el potencial del país, creo que lo estamos haciendo muy bien. A pesar de la crisis, estamos creciendo gracias al turismo. En España, Panerai es una marca muy bien posicionada, y eso es un activo importante.

P. ¿Qué turistas son los que más compran? ¿Los rusos?

r. Fundamentalmente asiáticos y suramericanos. Los nuestros no son productos para los rusos: quizá somos demasiado sofisticados. Ellos buscan relojes más simples, que brillen, que tengan oro y diamantes, que cuesten de 200.000 euros para arriba… Quieren demostrar su estatus, su capacidad adquisitiva. Nuestra filosofía es bastante distinta a eso: no decimos que quienes fabriquen ese tipo de producto estén equivocados, faltaría más. Pero nosotros estamos en otro nicho: hacemos relojes de lujo, pero deportivos. Lógicamente queremos vender en Rusia, y estamos progresando allí, pero no lo vemos como nuestro mercado principal.

P. ¿Qué planes de futuro tienen?

r. Queremos aumentar nuestra presencia en China, donde el lujo está ganando mucha fuerza. Tenemos por delante mucho trabajo de promoción de marca.

P. ¿Cómo compiten con el resto de marcas relojeras de lujo?

r. Estamos en el lugar en el que queremos estar: no somos ni Rolex ni ninguna otra marca. Cada uno tiene que ser como es; es un gran error pretender otra cosa. Si nos empezáramos a fijar en otros, acabaríamos siendo copias imperfectas.

P. ¿Cómo cree que será el mercado en una o dos décadas?

r. Viendo lo que ha pasado en los últimos años en el sector del lujo, creo que el negocio continuará progresando. No sé si los ratios de crecimiento serán similares o no, pero dudaría que no siga al alza. Europa va a pasar a ser una región menor, es así. Ganarán peso Suramérica, algunos países africanos (como Nigeria), India, China y gran parte de Asia. El lujo no solo tiene que ver con cuánto se puede gastar una persona: también está muy relacionado en cierta forma con la cultura, no se puede erradicar en cuestión de años. Panerai está dentro de este circo y tiene que ser capaz de seguir en el mercado y aumentar su presencia.

P. ¿Contempla nuevas aperturas en España?

r. Buena pregunta. Claro que nos interesa abrir en más sitios [Panerai solo tiene puntos de venta en Madrid], especialmente en Barcelona: todo el mundo quiere estar allí; es, sin duda, una de las ciudades más importantes del mundo. Pero por el momento no tenemos planes de nuevas aperturas en España, no es el momento adecuado. Tenemos que consolidar todo el trabajo que hemos hecho en los últimos años. En nuestro negocio es fundamental cuidar los detalles, y eso se consigue con tiempo y formación. Desde la manera de saludar al cliente hasta el tono correcto de la luz, todo debe ser perfecto.

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