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Empresas Vintage

Amarras, camisetas y sudaderas bien atadas a su público

Amarras no inventó nada: llevó a la calle prendas que solo se veían en el mundo náutico La firma nació con vocación de bazar náutico, pero el éxito de la camiseta lo cambió todo

Una marca no se va nunca, sino que queda anclada en la memoria. Y nosotros, por nuestro bagaje marinero, lo sabemos. Así que en cierto modo nunca nos fuimos, y por tanto esto no es una vuelta sino un retorno para ofrecer de nuevo calidad e identidad". Así describen desde Amarras el regreso a los escaparates de las famosas sudaderas y camisetas de los nudos marineros que tanto lucieron los jóvenes (y no tan jóvenes) de clase acomodada durante los años ochenta y principios de los noventa.

Personalidades de la talla de Julio Iglesias pusieron en su momento de moda las prendas de esta marca, que no tardó en dar el salto a las Américas, mientras que Fonsi Nieto oGuti son algunos de los famosos a los que últimamente se les ha visto enfundados en alguno de sus artículos desde que Amarras volviese a relanzarse.

Y es que la compañía permaneció inactiva entre 1993 y 2010 por decisión de su entonces dueño, José Ynclán. Los nuevos propietarios, estructurados en torno a la sociedad Amarras Business, son licenciatarios de la marca durante 25 años y se están ocupando de relanzarla con María Ruano como directora creativa.

Actualmente la firma española cuenta con un punto de venta propio en Madrid (calle Jorge Juan, 66), pero espera terminar el año con unos 50 centros en todo el país. Su nuevo plan de expansión incluye crecer en el extranjero y renovar toda la colección de la firma, que volvió a las calles en 2012 (ya sea a través de su tienda online o de la física).

Cronología

1979. Amarras inicia su andadura. El proyecto original de la tienda, ubicada en el madrileño barrio de Salamanca, era montar un bazar náutico. Sin embargo, el repentino éxito de la famosa camiseta del nudo marinero, desarrollada con motivo de una regata, hizo que los dueños de la empresa cambiaran de parecer: había que centrarse en la producción textil.

1983. Una portada de la revista Nueva Gaceta, que dedica su portada a Julio Iglesias (el cantante aparece vistiendo una camiseta Amarras), consolida la marca entre el público más acaudalado. Fue la primera de varias celebridades de la época que se dejaron ver con prendas de Amarras.

1984. La compañía crea en Estados Unidos una sociedad, Amarras Internacional Corporation, con la que dar el salto comercial al continente americano. Con sede en Miami (Florida), la marca abre dos tiendas en esa misma ciudad y una tercera en San Juan de Puerto Rico. Meses más tarde estrenan dos puntos de venta en México D. F. Luego le seguirían otros 17 establecimientos repartidos entre Acapulco, Cancún, Cuernavaca, Puerto Vallarta y Querétano.

2010. La sociedad Amarras Business se hace con los derechos de la marca, que abandonó la actividad comercial en 1993, durante 25 años.

2012. Tras dos años de trabajo, la firma empieza a vender una renovada línea de productos Amarras a través de su tienda online en abril. Ese mismo año, dos meses más tarde, abre una tienda en Madrid, en la calle Jorge Juan.

2013. La compañía celebra su primer aniversario tras el relanzamiento de la marca. Para ello renueva su colección, y paralelamente prepara un proceso de expansión internacional.

Un éxito prematuro

Amarras comenzó su singladura el 21 de diciembre de 1979, abriendo su primera tienda en la calle Lagasca de Madrid con el nombre de Amarras, las tiendas del mar. "El proyecto nació con vocación de bazar de náutica , pero la aparición de nuestra conocida camiseta cambió los planes establecidos", comentan desde la compañía.

Esta prenda, creada para el patrocinio de una regata de veleros, alcanzó en pocos días un éxito increíble, empujando la marca al mundo de la moda. Se trataba de una camiseta básica con el famoso nudo estampado bien visible. Nada más.

"En pocos meses las camisetas y sudaderas se convirtieron en un básico indispensable del armario de cualquier joven", subrayan. La buena marcha del negocio les llevó a abrir en Madrid una nueva tienda en la calle Gaztambide y a comenzar el desarrollo de la marca, alcanzando en el curso de tres años mas de 40 establecimientos en toda España.

La compañía tuvo vocación internacional desde el principio. En 1984 crearon en Estados Unidos Amarras Internaciona Corporation, con sede en Miami (Florida), para abrir tres tiendas en dicha ciudad y una cuarta en San Juan de Puerto Rico. Después vinieron dos puntos de venta más en México D. F. y luego 17 tiendas distribuidas entre Acapulco, Cancún, Cuernavaca, Puerto Vallarta y Querétano. A Perú y Chile se llegaría más tarde a través de la venta online.

"Amarras no inventó nada, pero llevó a la calle prendas que hasta entonces solo se concebían para uso náutico y deportivo", reconoce María Ruano. Su trabajo ha consistido ahora en actualizar la marca, que llevaba unos 20 años en dique seco.

"Queríamos retomar la marca, pero adaptarla a los nuevos tiempos. Para eso hemos mantenido los básicos, que son la camiseta y la sudadera, pero hemos aumentado el número de colores y le hemos aportado un diseño más actual", apunta la directora creativa de la firma madrileña.

Manteniendo las prendas que le dieron fama (la sudadera es el best-seller), ha aprovechado también para ampliar catálogo, adaptándose a las colecciones globales que predominan hoy en día en las grandes firmas de la industria textil. Así, a las camisetas, sudaderas y polos han añadido pantalones chinos, bermudas, prendas de baño, ropa interior, zapatos náuticos, cinturones, pulseras... Toda una línea completa que este año cumplirá su primer aniversario.

Se ha querido mantener, eso sí, el enfoque inicial de la compañía de moda. "Amarras surgió de un espíritu nuevo, joven y fresco, y nuestro equipo actual sigue ajustándose a esas características", explica Ruano. "Trabajando en las líneas claras, sencillas y los colores vivos que nos distinguen, haciendo de lo náutico y marinero un matiz esencial tanto en prendas como en colecciones sin ser una evidencia".

Los cuidados que pone la firma en las prendas van más allá de la estética. "Otro punto esencial en nuestro producto no es solo la calidad de la prenda, sino también la sensación del contacto con esta, cómo te hace sentir exterior e interiormente. Por ello centramos nuestro interés en la selección de tejidos, tratamientos y lavados", sostiene Ruano.

Para asegurarse de que todo sale a de acuerdo con sus estándares de calidad y exigencia, Amarras concentra toda su producción en la península ibérica. Desde aquí tratarán de conseguir sus nuevos objetivos: recuperar su presencia en América y seguir ampliando su zona de influencia por el globo.

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