Ryanair debería reflexionar
Ryanair cuenta con un impresionante historial de seguridad de 29 años. La Autoridad de Aviación irlandesa, su supervisor, asegura que Ryanair está “a la par con las aerolíneas más seguras de Europa”.
Pero ahora, un cuerpo que dice representar a la mitad de los pilotos de Ryanair está echando leña al fuego en lo referente a la seguridad. El Grupo de Pilotos de Ryanair realizó una encuesta que daba a entender que la mayoría de sus miembros negarían que la aerolínea tuviera una “cultura de seguridad abierta y transparente”. Ryanair ha refutado enérgicamente la afirmación, diciendo que la “supuesta encuesta realizada entre los pilotos” ha sido “inventada” por personal de la competencia.
Esto podría disuadir a algunos pasajeros de volar con Ryanair. Y si en algún momento tuviera lugar algún incidente relacionado con la seguridad –sea cual sea la causa– es probable que el daño a su reputación fuera todavía mayor.
Si la aerolínea tuviera algún incidente, puede que el daño a su reputación fuera todavía mayor
El conflicto es una prueba de la extrema tensión que se respira en la relación entre Ryanair y los pilotos europeos. Durante años, O’Leary ha luchado contra los esfuerzos de sindicalizar la aerolínea. Alrededor del 70% de los pilotos de Ryanair son autónomos y no disfrutan de los beneficios de un empleo permanente. En abril, la dirección envió una nota en la que se les avisaba de un posible despido si firmaban una petición para conseguir una evaluación sobre cómo afecta a la seguridad del vuelo el modelo de empleo aplicado por Ryanair. La semana pasada, la compañía despidió a un piloto por expresar su preocupación sobre la seguridad de la aerolínea en televisión . La compañía achacó la medida a las “difamaciones” del piloto.
Enfocar la situación con mano dura encaja con el modelo de bajo coste de Ryanair, pero no está libre de costes. Las investigaciones realizadas en algunas industrias manufactureras sugieren que los conflictos laborales pueden tener graves repercusiones en la calidad del producto.
Tampoco está claro que la filosofía laboral de Ryanair funcione como un soborno. El mes pasado, la empresa explicó en una presentación que sus costes –combustible excluido– por asiento son un 89%, 25 euros, menores que los de su rival sindicalizado easyJet. Pero solo 3 euros de esta ventaja son aportados por los gastos de personal. Una evaluación pausada sugiere que por esta pequeña cantidad no merece la pena tener tantos problemas.