Un videojuego para controlar el estrés
El simulador reproduce las complicaciones a las que se enfrenta un directivo en la vida real Esta actividad está concebida como una herramienta formativa
El almacén de su empresa se quema. Gran parte de su personal está enfermo. La web de la compañía ha dejado de funcionar y está perdiendo ventas y afectando a la reputación. ¿Qué decisiones tiene que tomar? La primera, lidiar con el estrés que estas situaciones le pueden generar. Por eso, la consultora tecnológica Everis está ultimando un proyecto de simulador, que estará listo en septiembre, para entrenar a ejecutivos sobre cómo actuar en momentos de alta tensión.
El simulador se llama Decide-IT. Su interfaz es como la de cualquier videojuego en el que se debe ir superando diferentes situaciones si no quiere perder. A la izquierda de la pantalla tiene unas ventanas con el saldo de la cuenta bancaria, la cuenta de resultados, y otra con información de ventas y marketing. “Al final del año, el jugador tiene que evitar que la empresa entre en bancarrota”, explica a Francisco Avellaneda, jefe del proyecto en Everis. El juego dura 15 intensos minutos, que simulan todo un año fiscal, en los que el ejecutivo debe estar muy atento y se enfrenta a todo tipo de situaciones estresantes de las que debe salir airoso. Precisamente la rapidez con la que ocurren los desastres es lo que causa el estrés en el juego.
El origen del juego proviene de la compañía Engineering, de Italia, que creó un simulador para gestores de catástrofes naturales. Se basa en realidad virtual para estar preparados en la toma de decisiones frente a situaciones estresantes. En la versión italiana los usuarios eran responsables de servicios de emergencia y cargos públicos. Pero Everis, con la ayuda de la empresa italiana, ha realizado esta versión empresarial. “Pensamos que había una necesidad de formación de directivos que se desenvuelven en ambientes estresantes. Y la tecnología es muy útil en estos casos”, cuenta Avellaneda.
Las sesiones están pensadas para jugar en grupo. Cada uno toma un rol: jefe de operaciones, marketing, dirección general o financiero. Y las decisiones son compartidas. Pero a lo largo de la partida, los papeles pueden intercambiarse para que cada jugador comprenda la dificultad en el papel de sus compañeros. Esta actividad está concebida como una herramienta formativa. Por eso, cada partida se graba y el formador especializado o el responsable de recursos humanos lo visualiza para analizar parámetros como quién ha ejercido de líder. Y después se comenta con los jugadores.
“Fomentamos el aprendizaje de lo que se llaman soft skills: la negociación, la toma de decisiones y la comunicación entre los equipos”, asegura Avellaneda. Explica que el simulador está pensado para todo tipo de empresas que necesiten formar a sus directivos en situaciones de alto riesgo, desde grandes corporaciones a pequeñas empresas. “Incluso nosotros lo utilizaremos para la formación interna”. A partir del próximo mes estará a la venta.