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Sube el 2,64% en la semana y cierra en 8.574 puntos

El Ibex reconquista el 8.500 pese al FMI y el empleo de EE UU

El apoyo del BCE y los resultados contribuyen a sostener los avances El Ibex se aproxima a máximos anuales tras tres semanas de ascensos

El Ibex ha logrado reconquistar al cierre de la semana la cota de los 8.500 puntos, que se le resistía desde el mes de mayo. Los duros pronósticos para la economía española lanzados por el FMI no han borrado las alzas, ni tampoco un dato de creación de empleo en Estados Unidos inferior a lo previsto.

El Ibex ha concluido la jornada en los 8.574 puntos, tras un ligero avance del 0,4% y a pesar de haber estado en números rojos tras la publicación del dato de empleo de Estados Unidos, uno de los más susceptibles de mover el mercado. El indicador ha echado un jarro de agua fría a las perspectivas económicas y ha sido mal recibido por los inversores. Se esperaba una creación de 185.000 puestos de trabajo en julio, pero la cifra final ha sido de 163.000, con el paro en el 7,4% frente al 7,5% esperado.

La interpretación del dato de empleo resulta paradójica puesto que es la variable principal que tiene en cuenta la Fed para la retirada de los estímulos. Así, si baja mucho, aunque sea una buena noticia para la economía, supone también más probabilidades de que la Fed retire las compras de bonos, y viceversa.

El Ibex no cerraba sobre los 8.500 puntos desde el pasado mes de mayo y se anota un avance semanal del 2,64%, con lo que ya suma tres semanas consecutivas de ascensos. Le resta apenas una distancia del 1,75% hasta los máximos anuales del mes de enero. Los resultados del primer primer semestre y el compromiso manifestado por el BCE de mantener bajos los tipos de interés de la zona euro todo el tiempo que sea necesario, incluso rebajándolos desde los niveles actuales, han ayudado a sostener las ganancias. En paralelo, la prima de riesgo se mantiene por debajo de los 300 puntos básicos y finaliza la semana en los 291.

Muy lejos quedan las turbulencias que se vivían en el mercado español en agosto del pasado año, cuando la prima de riesgo llegó a aproximarse a los 650 puntos básicos y cuando planeaba la posibilidad de un rescate europeo no solo para la banca sino para el conjunto del país. El programa de compra anunciado entonces por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, logró contener el incendio que se extendía por la deuda soberana de la periferia europea y, un año después, los mercados parecen haberse estabilizado. El propio Draghi defendía esta semana los frutos de ese plan –conocido como OMT y que no ha llegado a activarse, ha bastado solo con su formulación–, al menos como fórmula con la que contener la volatilidad y rebajar los tipos de interés en el mercado, en especial en el corto plazo.

Los mercados se presentan por tanto mucho más estables en este mes de agosto, tanto en la renta variable como en la deuda soberana. El Ibex se aproxima a los máximos anuales y la prima de riesgo se muestra contenida por debajo de los 300 puntos básicos, en un momento en que el Tesoro ya ha cubierto con sus emisiones el 76% de los objetivos de colocación a medio y largo plazo previstos para el conjunto del año. Aun así, los bajos volúmenes de negociación propios de esta época del año también advierten del riesgo de volatilidad y de que los movimientos del mercado se amplifiquen de forma exagerada.

La Bolsa y la deuda soberana españolas han sorteado además esta semana la inestabilidad surgida por el escándalo del caso Bárcenas y de supuesta financiación irregular del Partido Popular, que el jueves vivió una de las jornadas más esperadas con la comparecencia del presidente del Gobierno Mariano Rajoy ante el Congreso. En la sesión del viernes tampoco han pesado las negativas previsiones lanzadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía española, para la que pronostica otros cinco años de estancamiento.

La debilidad de la situación económica es de hecho un punto sobre el que los expertos advierten a la hora de avanzar sus predicciones para los mercados, pese al potencial que arrojan Bolsas como la española a los niveles actuales. Draghi apuntó el jueves que observa síntomas de mejora global, pero se guardó mucho de lanzar cualquier expectativa de subida de tipos.

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