Telefónica destina más de 50.000 millones a compras desde 2004
El grupo amplía su diversificación geográfica
El anuncio realizado por Telefónica la pasada semana sobre la compra de la alemana E-Plus, operación valorada en cerca de 8.100 millones de euros, ha supuesto el retorno de la compañía española a la política de grandes adquisiciones, materializada en gran medida bajo la presidencia de César Alierta. Y es que durante los últimos nueve años la compañía española ha llevado a cabo adquisiciones por un importe superior a 50.000 millones, cifra que le sitúa entre las principales corporaciones mundiales del sector junto a AT&T y Vodafone.
El movimiento corporativo más ambicioso tuvo lugar en el año 2006, cuando Telefónica cerró la compra de la empresa británica O2, por un importe superior a 26.000 millones de euros. La mayor adquisición de la historia de la operadora española.
Anteriormente, a finales de 2004, Telefónica compró el conjunto de filiales latinoamericanas de la operadora estadounidense BellSouth, por un total de 5.800 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros).
En el verano de 2005, dentro del proceso de privatización puesto en marcha por el Gobierno checo, Telefónica cerró la compra de Cesky Telekom por 3.700 millones de euros (la operadora española compró el 51% que estaba en manos del Estado y posteriormente lanzó una OPA sobre las acciones que cotizaban en Bolsa).
En 2010, y tras varios meses de negociaciones y desencuentros, Telefónica acordó la compra de la participación que Portugal Telecom tenía en su filial brasileña Vivo, por cerca de 7.500 millones de euros.
Además, durante este periodo, la compañía española ha llevado a cabo otras operaciones menores entre las que figuran las compras de la empresa alemana Hansenet por 900 millones de euros, la de la empresa de tecnología de voz por internet (VoIP) Jajah por 145 millones, así como las adquisiciones de las participaciones del 10% en Telecom Italia y China Unicom (posteriormente vendió un 5%) y las inversiones en distintas empresas tecnológicas a través de sus divisiones de capital riesgo.
Según destacan fuentes del sector, esta estrategia de grandes adquisiciones ha permitido a Telefónica ampliar su diversificación geográfica, con posiciones tanto en países en desarrollo como mercados emergentes. Por ejemplo, las compras de O2 y Cesky Telekom permitieron a la empresa española posicionarse en el Viejo Continente, donde su presencia hasta entonces era casi testimonial. Así, Telefónica entró por la puerta grande en algunos de los principales mercados europeos como Reino Unido y Alemania, además de Irlanda (que va a ser vendida ahora), República Checa y Eslovaquia.
A su vez, la compra de las filiales latinoamericanas de BellSouth permitió a Telefónica entrar en países de Latinoamérica donde no tenía operaciones en el negocio móvil como Colombia y Venezuela, además de fortalecer su posición en países como Chile, Argentina y Perú. Asimismo, el citado acuerdo con Portugal Telecom, otorgaba a la compañía española el control total sobre la gestión de su negocio brasileño.
Ahora, la adquisición de E-Plus, si finalmente se cierra, concederá a la empresa española una posición de fuerza en el mercado alemán, el mayor de Europa por número de clientes, frente a Vodafone y Deutsche Telekom.
De igual forma, supuso un salto cuantitativo con respecto al tamaño del grupo. Así, por ejemplo, los ingresos de Telefónica pasaron de 30.321 millones en 2004 a 62.837 millones en 2011, una vez cerrada la citada compra de Vivo.
En el último año, no obstante, Telefónica ha mantenido una política de venta de activos no estratégicos, destinada a la reducción de deuda, contraída en gran medida por las adquisiciones realizadas, y a la mejora de la flexibilidad financiera. Una estrategia que ha llevado a la operadora a vender, entre otros, su negocio de call center Atento, su filial irlandesa, un 23% de la filial germana a través de una OPV, su negocio de banda ancha fija en Alemania así como un 5% de China Unicom.
Telecom Italia descarta ampliar su capital
Las acciones de Telecom Italia cayeron ayer más de un 6,2%, después de que el diario transalpino Il Messaggero publicase que la operadora estaba analizando una posible ampliación de capital.
En este escenario, Telecom Italia se vio obligada a publicar un hecho relevante en el que aseguraba que la ampliación no figuraba en el orden del día de la reunión de este jueves del consejo de administración. La operadora se ha visto castigada en los últimos tiempos en Bolsa por sus problemas para reducir deuda, que actualmente ronda los 28.000 millones.
Desde Telefónica, dueña de un 10% de Telecom Italia, se reiteró el mensaje enviado la pasada semana en el que se apunta que su intención es convencer a sus socios sobre las ventajas de mantener la actual estructura de propiedad en torno al holding Telco.