Balneario de Las Caldas, un lugar que ya añoras antes de haberte ido
El agua es la gran protagonista de este centro termal de Oviedo, uno de los más antiguos de España
Olor a limpio. Es la primera sensación que se percibe nada más poner un pie en el Balneario Real Las Caldas, a tan solo siete kilómetros de Oviedo (Asturias). Una parada para el viajero que desee detener el reloj y dedicar al menos dos horas de su tiempo al relax. Ytocar el cielo, y si es en día de lluvia mejor que mejor. La relajación es máxima cuando, dentro del agua, se mira al cielo a través del techo acristalado y abovedado, y se observa cómo llueve. La limpieza es clave es este lugar, donde se provee a la visita, que llevará su propio traje de baño, de zapatillas de goma de color blanco, toallas y albornoz.
El complejo, dotado con dos hoteles y un restaurante, donde no falta la fabada, encierra historia entre sus paredes. El edificio, que alberga la Casa de Baños, fue inaugurado en 1776, es obra del arquitecto Ventura Rodríguez y acoge a la zona de El Manantial, el alma de este balneario, dotado con agua sanitaria. Conviene saber que aquí y en todos los balnearios de España, las aguas termales solo se pueden aplicar por prescripción médica. A pesar de ello, el agua es la gran protagonista. En distintas versiones y temperaturas, y en diferentes piscinas. Puede dar la sensación de que no hay tiempo para abarcarlo todo. Tranquilidad, se puede. Una opción es iniciar el recorrido combinando la sauna y el baño turco con las duchas de contrastes (no hay que tenerle miedo al agua fría), mármoles de reposo... En el área de El Manantial se encuentra una zona mucho más dinámica que la anterior, con jacuzzi y dos piscinas, con potentes chorros y cascadas que descongestionan sobre todo los músculos de la espalda. También los hay que hacen cosquillas en los pies, y generan verdadera adicción.
El circuito culmina con un tratamiento, si así se desea, en la sala de masajes. Uno de los más exclusivos es el baño termal con cava, un baño relajante, hidratante y antiaging. Y un masaje que combina distintos rituales y aceites. Para repetir.
Detalles
Relajación. Unos minutos entre marmoles y agua, y la desconexión es total. Las Caldas propone dos horas en el balneario por 50 euros (incluida la comida) y 65 euros los fines de semana.
Aquaxana. Un espacio al que se accede por 14 euros, que ofrece un auténtico juego con el agua. Tiene una piscina con una cúpula, que recrea el Panteón de Agripa.
Abovedado. Piscina con distintas presiones de agua: en cascada, chorros potentes y cosquilleantes. Lo mejor: mirar al techo y ver el cielo de Asturias. Mejor si llueve.
Piscina. Situada en la planta superior. Acristalada, tiene vistas a un verde prado y al hotel Real. Dispone de una zona con tumbonas para pensar y relajarse.
Masaje. Se aplican con cosmética propia, Xana.
En pareja. Hidromasaje con compañía, donde sobra la conversación.
Contraste. Las chorros de agua fría y caliente activan la circulación.