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La estadounidense Brooks Brothers se instala en la calle Serrano de Madrid

El sastre de Barack Obama llega a España

El presidente estadounidense Barack Obama pronuncia un discurso en compañía de la primera dama, Michelle Obama.
El presidente estadounidense Barack Obama pronuncia un discurso en compañía de la primera dama, Michelle Obama.Ron Sachs / POOL (EFE)

La firma estadounidense Brooks Brothers, fundada en 1818, tiene planeada la inauguración de su primera flagship store (tienda insignia) en España a finales de este verano en la milla de oro de la madrileña calle Serrano, ocupando el lugar de la antigua perfumería Álvarez Gómez. Según fuentes consultadas por este periódico, estaría intentando hacerse con un hueco en el paseo de Gracia barcelonés para hacer lo mismo en 2014.

Actualmente ya funciona en España una tienda outlet en el complejo comercial de Las Rozas Village de Madrid, que comenzó a operar el pasado diciembre, y en Barcelona abrirán otra estos días de julio en La Roca Village en cuanto terminen de ultimar los preparativos. Con la inminente apertura a pie de calle, esta empresa de confección de lujo pretende reafirmar con vehemencia su presencia en nuestro país, y de esta forma aprovechar el tirón que tienen a día de hoy los productos exclusivos.

Brooks Brothers es una marca que pertenece al grupo Retail Brand Alliance desde que en 2001 dejara de ser propiedad de la multinacional británica Marks & Spencer, y su director general es el multimillonario italiano Claudio del Vecchio. Brooks Brothers Spain es la matriz que han constituido para operar en España, propiedad en un 100% de Retail Brand Alliance Europe y que dirigirá el italiano Luca Gastaldi, consejero delegado de Brooks Brothers Europe, filial que se encarga de la distribución y comercialización de los productos de la marca por Europa y que tiene su sede en Italia.

De esta forma, la enseña de origen neoyorquino amplía su presencia internacional un grado más, pues ya había desembarcado por todo el globo, en países tan diversos como Japón, donde opera desde 1979, Chile, Taiwán, Corea del Sur, Francia, México, Italia, lugar de sus oficinas para Europa, Reino Unido, Perú, Panamá… alcanzando los más de 70 establecimientos. En EE UU, Brooks Brothers tiene más de 200 tiendas entre las dedicadas a la venta al por menor y al outlet, y sus tiendas insignia se encuentran en los lugares más prestigiosos de Manhattan, Boston, Chicago y el barrio angelino de Beverly Hills.

Desde que Henry Sands Brooks abriese su primera tienda a finales de la segunda década del siglo XIX, implantó como máxima de la sastrería el “hacer y vender mercancía de la más fina calidad, venderla a un precio justo y tratar con gente que busca y aprecia tal mercancía”.

La sastrería pronto se hizo archiconocida por sus productos de calidad en todo el país. En plena fiebre del oro, introdujo en Norteamérica los primeros trajes listos para usar (ready to wear), pensados para aquellos que no podían permitirse los servicios de un sastre que se los hiciera a medida.

A partir de entonces el elenco de prendas que se ofrecían en sus establecimientos no paró de crecer, algunas de influencia inglesa, como la corbata con fular de seda o el abrigo polo, y otras de creación propia como la camisa con el botón en el cuello, las corbatas con rayas diagonales, la blusa rosa para la mujer, las camisas que no precisaban de planchado o el sweater Shetland, famoso por estar hecho a mano por los campesinos en las islas Shetland, al norte de las islas británicas.

Una clientela envidiable

Conocida por su corte clásico, en sus casi 200 años de vida la sastrería ha sido la encargada de proporcionar los trajes, corbatas, cinturones, capas, camisas… a 39 de los 44 distintos armarios presidenciales que han pasado por la Casa Blanca, desde Abraham Lincoln –del que se dice que vestía su marca en el día que sufrió el atentado que acabó con su vida– hasta el recientemente reelegido Barack Obama, pasando por Franklin D. Roosvelt o John F. Kennedy.

En el mundo del séptimo arte vistió a mujeres tan deseadas como lo llegó a ser Katharine Hepburn, Fred Astaire fue conocido por llevar sus cinturones y corbatas, así como los trajes que llevaron estrellas de la talla de Cary Grant, Clark Gable, Gary Cooper... Es tal la huella que ha dejado en la sociedad norteamericana que muchos estilistas han recurrido a sus trajes para recrear época en sus vestuarios, como es el caso de Will Smith en Ali o la serie basada en una agencia publicitaria de los años sesenta Mad Men.

La centenaria Álvarez Gómez deja la ‘milla de oro’ y se centra en venta online

Las calles de Madrid dijeron adiós, el pasado 15 de junio, a una de sus tiendas más antiguas. De esta forma, la hasta ahora fabricante y distribuidora de perfumes Álvarez Gómez pretende reorientar su modelo de negocio para centrarse más en su faceta de elaboración de fragancias.

De las dos sociedades con las que contaban, Álvarez Gómez Perfumes SL, cuyo objeto es la fabricación y comercialización de productos de la marca propia Álvarez Gómez, y Herminio Álvarez Gómez SA, que se dedicaba al comercio minorista de distribución de perfumería multimarca, cerrarán esta última, que pasará a estar inactiva.

Tras el cierre de su establecimiento en Serrano, la enseña culmina un proceso de transformación que comenzó a gestarse hace seis años, cuando comenzaron los primeros movimientos para vender el espacio que llevaban ocupando desde 1951 bajo un contrato de renta antigua, que tenía como fecha de vencimiento el 31 de diciembre de 2014 y por el cual el alquiler pasaba a suponer la insostenible cantidad de 30.000 euros al mes.

Si se ha prolongado tanto la venta es porque el local tiene la protección de grado 1 tanto del interior como de la fachada, condición asignada por ayuntamiento por la que prácticamente no se puede alterar la distribución y decoración actual, que hizo que muchos de los interesados se echaran atrás.

Desinversiones

Desde la empresa aseguran que los motivos por los que han llegado a esta situación han sido varios. Paralelamente a las gestiones de traspaso comenzaron las obras del aparcamiento de la calle Serrano, que duraron 30 meses y que hicieron caer en un 60% las ventas de este establecimiento. La crisis del consumo que comenzó en 2009 y que desató una guerra de precios en los establecimientos multimarca hizo que optaran por la desinversión en locales propios. “De las cinco tiendas, traspasamos tres con subrogación del personal y de la actividad a otros operadores de perfumería. La cuarta la cerramos con despido del personal. Finalmente, in extremis, hemos conseguido traspasar el local de Serrano 14 por una cantidad mucho menor que la prevista”, aclara Rafael Rodríguez Carrasco, presidente de la enseña.

¿El fin de los perfumes patrios? Ni mucho menos, la empresa ha decidido trasladarse a Tres Cantos, donde poseen la fábrica y sus oficinas, y, aunque de momento no tienen prevista la apertura de nuevos establecimientos a pie de calle, siguen funcionando y vendiendo toda su línea de productos en superficies de distribución y en la web. El objetivo para los próximos años es que su facturación en el exterior suponga el 50% del total. Operan ya con éxito en países como Inglaterra, Alemania, Japón y Estados Unidos.

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