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Proyecto de Prosegur con trabajadores con discapacidad intelectual

Capacidades diferentes para mejorar la empresa

El equipo de digitalización está formado por cinco personas con discapacidad intelectual Una trabajadora con discapacidad física coordina el equipo Han sido formados durante seis meses por la Fundación Carmen Pardo-Valcarce

Miembros del equipo de digitalización de Prosegur, en plena tarea.
Miembros del equipo de digitalización de Prosegur, en plena tarea.
Rafael Durán Fernández

Transmitir que tener una incapacidad intelectual no supone ningún impedimento para un desarrollo pleno de las personas, también en el ámbito laboral, es una de las labores que lleva a cabo la Fundación Carmen Pardo-Valcarce. Un mensaje que hace llegar tanto a las propias personas con discapacidad, en el sentido de que pueden y deben trabajar, como a las empresas, concienciando de “que no es solo como una obra buena, sino que realmente van a aportar capacidades diferentes, que van a movilizar competencias, que es un poco el valor de la diversidad general”, señala Almudena Martorell, directora de la fundación.

El reto es grande, ya que la tasa de actividad de las personas con discapacidad intelectual es del 25%, pues “solo la mitad de las personas con discapacidad da el paso de buscar empleo. Y solo la mitad de estos valientes consigue empleo”, precisa Martorell.

Fruto de este empeño son las 220 personas con discapacidad intelectual que la fundación ha integrado en el mercado laboral en los últimos años, a través de acuerdos con diversas empresas. Uno de ellos es el firmado recientemente con Prosegur, por el cual la compañía de seguridad privada ha contratado a cinco jóvenes con discapacidad intelectual, previamente formados porla Fundación CarmenPardo-Valcarce, para realizar la digitalización documental de los diferentes departamentos de la empresa. Los nuevos empleados han recibido formación especializada durante seis meses, con prácticas en empresas y organismos públicos y para su trabajo en Prosegur cuentan con el apoyo de una coordinadora con discapacidad física.

“En Prosegur pensamos que las empresas tenemos una responsabilidad en el progreso de la sociedad y contar con un proyecto de estas características nos permite ofrecer una oportunidad laboral a este colectivo”, explica Mercedes Borbolla, directora dela Fundación Prosegur.“Nuestro objetivo es darle continuidad al proyecto y hacerlo crecer. Antes de que finalice el año, Prosegur tiene previsto contar con un equipo de 20 personas con discapacidad intelectual trabajando en esta iniciativa”.

PLAN DE INTEGRACIÓN

La Fundación Prosegur, que canaliza la acción social de la compañía, ya venía llevando a cabo diversas iniciativas encaminadas a promover la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual, dentro del marco de su Plan de Integración, con la contratación de empleados para tareas administrativas en algunas de sus diferentes sedes en España, Perú, Argentina y Brasil.

Además, la compañía cuenta en España desde 2007 con el centro especial de empleo Aprocor-Prosegur, en el que personas con discapacidad intelectual trabajan prestando servicios de lavandería y tintorería, jardinería, logística y gestión de residuos. En 2011 abrió Lavapros, una tintorería comercial donde los trabajadores atienden directamente a los clientes. “Es una buena manera de demostrar que los proyectos sociales también pueden ser sostenibles”, recalca Borbolla.

INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL

La Fundación Carmen Pardo-Valcarce tiene como uno de sus fines principales la inserción y la integración sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual, permitiendo su independencia económica y familiar en muchos casos. Y lo hace a través de dos vías.

Por un lado, la entidad cuenta con una oficina de empleo que trabaja por su contratación en empresas ordinarias. Y por otro, mediante tres centros especiales de empleo con plantilla propia, en torno a 120 personas, que ofrece servicios a importantes empresas españolas.

La actividad de estos centros es muy diversa: carpintería (también con tienda propia), objetos de decoración, ornamentación floral, imprenta y manipulado, lavado de vehículos, obrador de chucherías (sus tartas de chuches se distribuyen en centros como El Corte Inglés y los Vips), preparación y celebración de eventos (en la Quinta de la Muñoza, en Madrid) o lavado, reparación y clasificación de elementos de Correos, como las sacas y bandejas.

Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

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