'Crossfit', el entrenamiento total
Muchos deportistas emplean este método para complementar su entrenamiento Su adaptabilidad a los ritmos de cada uno, la clave en su éxito
La idea de fondo es simple: más vale entrenar 20 minutos llegando al límite que una hora a medio gas. Otra premisa: de nada sirve machacarse en el gimnasio levantando pesas si luego no se es capaz, por ejemplo, de trepar por una cuerda empleando solo los brazos. De estas dos ideas bebe el crossfit, el método de entrenamiento de moda. No solo sirve para ponerse en forma: se emplea como complemento de varios deportes... y está causando estragos entre los actores de Hollywood que se descamisan.
Fundamentos
Diez capacidades físicas. El crossfit es un programa que se basa en el incremento de las diez capacidades físicas reconocidas por los especialistas en entrenamiento deportivo: resistencia cardio-respiratoria, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio y precisión.
Fácil pero duro. Todos los ejercicios reproducen movimientos que se realizan en el día a día, como por ejemplo sentarse y levantarse de una silla.
Intensidad y duración. Las sesiones son breves, pero el esfuerzo desplegado roza el máximo que da el cuerpo. El entrenamiento tipo puede durar unos 20 minutos, con series de unos 45 segundos y descansos de 15 entre tanda y tanda.
Variación de ejercicios. La gran variedad de ejercicios posibles permite a los entrenadores preparar sesiones distintas, combatiendo así el aburrimiento de las rutinas de training.
Esta manera de concebir el ejercicio físico surgió hace una década en la policía de Los Ángeles, EE UU. Los preparadores de los agentes lo idearon para que estos estuviesen en condiciones de afrontar cualquier desafío inesperado: trepar una verja a toda velocidad, perseguir a un sospechoso, levantar cascotes... Lo que fuera. No tardó en ser adoptado por los marines y los bomberos. “El crossfit emplea movimientos cotidianos, del día a día. Se trata de trabajar varios músculos a la vez”, cuenta Nacho Merino, uno de los entrenadores de Mundo Crossfit, un centro de San Sebastián de los Reyes (Madrid) especializado en esta disciplina.
El cronómetro juega un papel importante. Se trata de hacer el máximo número de repeticiones seguidas de cada ejercicio en un tiempo dado (unos 30 o 45 segundos, con descansos de 10 o 15 entre serie y serie). Hay que pelearse con el agotamiento, ensanchar el umbral dela resistencia. Conconstancia, los resultados son rotundos. “No hay nada mejor que ver que alguien a quien entrenas logra hacer algo que creía imposible”, señala Merino.
Algunos ejemplos de ejercicios: sentadillas sujetando un saco de boxeo, balancear con los dos brazos una pesa redonda de 20 kilos, hacer flexiones de todo tipo, saltar de un lado a otro cajas de madera, realizar abdominadas en una barra, agitar sin parar pesadas cuerdas... La variedad es amplísima.
Y esa es precisamente una de las razones de su éxito: la capacidad de adaptación del crossfit no solo a las capacidades de cada uno, sino a las necesidades de su deporte. Si quienes practican judo necesitan trabajar la potencia en los movimientos de torso para arriba, un motorista preferirá profundizar en ejercicios que mejoren su agilidad y reflejos.
Superman, una tableta muy trabajada
El actor británico Henry Cavill, protagonista de la última encarnación de Superman (El Hombre de Acero), recibió un encargo cuando le fue adjudicado el papel: ponerse en contacto con Mark Twight. Este escalador y entrenador había sido el responsable de que los protagonistas de 300 lucieran un envidiable estado físico: músculos definidos y trabajados, pero sin un volumen exagerado. Cavill pasó algo más de un año entrenando crossfit durante cuatro horas diarias. El resultado no ha sido malo.