El FROB da el pistoletazo de salida para vender Novagalicia en octubre
El Banco de España será la institución que elija al comprador de NCG y y de la firma catalana Castellano mantiene su objetivo de vender el banco gallego sin ayudas a un grupo de fondos
El FROB tiene intención de vender Novagalicia Banco entre septiembre y octubre, tras tantear a la banca y comprobar el interés que despierta. Para su subasta, como para la posterior venta de Catalunya Banc, el Gobierno recupera la fórmula de las ayudas públicas.
El Gobierno no quiere tropezar dos veces en la misma piedra, además, quiere vender lo más rápido posible Novagalicia Banco y Catalunya Banc (CX), las dos entidades nacionalizadas en proceso de resolución. El objetivo es, entre otros, poner fin de una vez al proceso de reestructuración del sistema financiero español, algo que reclama Bruselas y la banca sana española.
Para ello, el FROB, dueño de estas entidades nacionalizadas junto con Bankia y BMN, como apremia Bruselas, junto a Economía y el Banco de España ya han comenzado a tantear a los posibles interesados en participar en las subastas de la firma gallega y de la catalana. En España, de hecho, solo hay tres entidades que están dispuestas a mirar los libros de estas firmas: Santander, BBVA y La Caixa, aunque esta última parece ya poco proclive a participar en una subasta. Aunque el FROB explica que también se han dirigido a entidades europeas para que participen en la operación, y parece que las han encontrado, a tenor de las declaraciones de esta institución.
Pero todas las posibles interesadas han reclamado algún tipo de ayuda pública, algo que el Gobierno había descartado en la frustrada subasta de Catalunya Banc, aunque ahora se ha visto obligado a retomar. Fuentes del FROB, de hecho, explicaron que a finales de esta semana o la próxima se elegirán a los dos bancos de inversión, que realizarán un examen de los balances de NCG y CX para su posterior subasta.
Será una vez analizado el deterioro que han sufrido las dos entidades cuando se estudiará su venta con ayudas, bien a través de un esquema de protección de activos (EPA) –como se han subastado hasta ahora CAM, Unnim o Banco de Valencia–, o con la activación de los créditos fiscales acumulado por estas entidades tras sus pérdidas, como reclamaba la banca para quedarse con CX.
El calendario que maneja el FROB es vender la firma que preside José María Castellano entre septiembre y octubre. Santander y La Caixa es posible que se presenten a esta subasta, pero los más interesados en esta entidad son BBVA y cuatro fondos estadounidenses liderados por Guggenheim. Este es precisamente el potenciar comprador con el que Castellano lleva más de un año negociando, y que se presentará a la subasta. A diferencia de la banca española, Guggenheim y sus socios no tienen intención de pedir EPA, aunque sí podrían reclamar que se reactive el crédito fiscal por 1.200 millones de euros que acumula Novagalicia. La banca española reclama unos 3.000 millones de EPA.
La venta a un fondo provoca ciertos recelos en una parte de Economía y del Banco de España, que será al final la institución que finalmente determine qué entidad se convertirá en el comprador.
El proceso de venta de Catalunya Banc se producirá después, ya que ha levantado menos interés, entre otras razones porque aún no ha iniciado el proceso de reestructuración con el cierre de oficinas y la salida de empleados, como marca su plan de recapitalización tras haber recibido 12.052 millones de euros en ayudas.
Los bancos que estudiaron la compra de Catalunya Banc a principios de este año aseguran que al margen del traspaso de sus activos inmobiliarios a Sareb, detectaron un déficit de provisiones de 3.000 millones.
2,35 millones de euros para los bancos de inversión
El FROB explicó ayer que las distintas alternativas que barajó, y que estaban incluidos en el informe realizado por la consultora McKinsey, para potenciar el valor y las sinergías entre la banca nacionalizada han sido todas descartadas. La fusión de Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia se descartó porque chocaba con sus planes de recapitalización aprobados por Bruselas. Lo mismo sucedía con la creación de un holding o con la separación de los negocios no estratégicos y tóxicos de estas entidades en otro banco malo, además de Sareb, ya que necesitaría nueva financiación del Estado. También ha descartado su troceo. McKinsey ha cobrado por este informe 350.000 euros. Ahora el FROB contratará a otros dos bancos de inversión para que analicen los balances y posibles contingencias para la venta de NCG y Catalunya Banc. Cada uno cobrará 700.000 euros, a los que se sumarán otros 300.000 cada uno si cierran un acuerdo de venta.