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A fondo

La consolidación europea de las ‘telecos’ viene de Asia

Hutchison ha comprometido una inversión de 2.100 millones para crecer en Irlanda y Austria

Li Ka-shing, presidente de Hutchison Whampoa.
Li Ka-shing, presidente de Hutchison Whampoa.
Santiago Millán Alonso

Las grandes operadoras de telecomunicaciones del Viejo Continente están insistiendo en la necesidad de que Bruselas impulse un cambio en la regulación del sector para que se facilite el proceso de concentración en cada país. Sin ir más lejos, los ejecutivos de las mayores operadoras remitieron hace pocos días una carta a la Comisión Europea (CE) en la que reclamaban que se implante una nueva legislación en el mercado que impulse la inversión y el crecimiento del sector. En la carta, una vez más, planteaban la necesidad de que se relajen las leyes de competencia que frenan las operaciones corporativas.

Ahora, parece que algunas compañías quieren buscar este cambio por la vía de los hechos casi consumados. Un papel que está asumiendo el grupo asiático Hutchison Whampoa, que tiene operaciones en el sector, especialmente en el móvil, en diversos Estados europeos.

De momento, la compañía asiática, que tiene su sede en Hong Kong, se está moviendo con rapidez y apostando varios centenares de millones de euros en distintos mercados. Esta semana, Hutchison Whampoa ha llegado a un acuerdo para adquirir la filial irlandesa de Telefónica por cerca de 850 millones de euros.

El acuerdo supondrá la fusión de dos operadoras irlandesas, dado que Hutchison tiene presencia en el antiguo Tigre Celta desde el año 2005 con la marca 3. En este escenario, la operación obligará a las autoridades europeas de la competencia a pronunciarse sobre si se aprueba o no la fusión. En el sector se ha comentado que el movimiento es un auténtico examen a Bruselas sobre sus verdaderas intenciones ante las exigencias de las operadoras de que se facilite el proceso de concentración como vía para la configuración de un mercado único.

De todas maneras, no es el primer movimiento en esta dirección de Hutchison Whampoa. A principios de este año, la compañía cerró la compra de Orange Austria por cerca de 1.300 millones de euros, que pasó a integrarse con la filial austriaca de Hutchison. La integración tardó muchos meses en recibir el visto bueno de las autoridades comunitarias porque suponía que el número de operadores en el país pasaba de cuatro a tres con el consiguiente impacto para la competencia. Entre las condiciones impuestas por Bruselas figuraba el facilitar el acceso a sus redes a otros rivales más pequeños, así como algunas desinversiones.

Pero la presión ejercida por Hutchison sobre Bruselas podría no quedar ahí. La compañía ha estado negociando en los últimos meses la fusión de su filial italiana con Telecom Italia (participada por Telefónica en un 10%), a cambio de una participación en esta última. No ha habido acuerdo entre las partes pero la operación, de ejecutarse, también supondría la eliminación de un operador en el mercado transalpino.

De igual forma, los analistas de Citi advertían ayer de la posibilidad de otra operación similar en Suecia. En este caso, la prensa especializada ha señalado la opción de una integración de la filial local de Hutchison con la división sueca de Tele2. El movimiento también supondría la desaparición de un actor en el mercado sueco.

Es decir, parece que la compañía asiática quiere seguir extendiendo su tela de araña por el Viejo Continente. Su apuesta es millonaria. Solo entre Austria e Irlanda, dos países pequeños con ocho y cinco millones de habitantes, respectivamente, va a destinar más de 2.100 millones de euros.

Unas cifras que indican la importancia que el grupo asiático le da al negocio europeo de telecomunicaciones, que en ya se ha convertido en uno de los pilares de su crecimiento. Este segmento aporta ya cerca de un 15% de los ingresos del grupo. La empresa cerró el ejercicio de 2012 con un total de 23,5 millones de usuarios de telefonía móvil en el Viejo Continente y unos ingresos de 58.708 millones de dólares de Hong Kong (unos 5.780 millones de euros).

Con estos antecedentes, Hutchison se juega mucho en estas operaciones corporativas, que también pueden tener un gran impacto para el conjunto del sector en Europa, ante la citada expectativa del resto de operadoras de encontrar un camino más fácil de cara a afrontar posibles fusiones.

Bruselas, que quiere tener cerrado el paquete legislativo correspondiente al mercado único de telecos antes de las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2014, sigue sin pronunciarse sin rotundidad. Este martes, la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la Agenda Digital, Neelie Kroes, advirtió de que sin redes de nueva generación no puede haber innovación, y añadió que solo el 2% de los ciudadanos del Viejo Continente tiene acceso a servicios de internet de 100 Mbps. Kroes dijo que las inversiones en esas infraestructuras son absolutamente necesarias porque, si no, los usuarios no podrán acceder a los nuevos servicios.

Frente a esta posición, las operadoras insisten en advertir que sin grandes grupos en el sector, las inversiones en redes de nueva generación pueden verse amenazadas.

Además, el escenario europeo está cambiando a gran velocidad, en este caso bajo la presión de los rumores sobre la posible irrupción de los gigantes estadounidenses Verizon y AT&T, especialmente de esta última, cuya millonaria sombra ya planea sobre el Viejo Continente.

Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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