La innovación, pilar básico de la estrategia de BBVA
En la década de los setenta se empezaron a automatizar los procesos con cuentas corrientes. Hoy pueden gestionar 200 millones de operaciones diarias en todo el mundo
En BBVA se consideran un banco pionero en la adopción de las nuevas tecnologías. De hecho, llevan a gala que la innovación, junto con los valores y las personas, sean los tres pilares básicos sobre los que se centra la estrategia de la entidad.
Ya en 1967 una de las entidades gérmenes de lo que hoy es BBVA puso en marcha el primer plan de informática con un objetivo que entonces resultaba muy ambicioso: la mecanización plena de la red. Pocos años después, en 1971, introduce la primera tarjeta bancaria en España, siendo la única entidad dispensadora de tarjeta VISA en nuestro país durante algún tiempo.
La década de los setenta es el momento de comenzar la implantación del teleproceso, es decir, echan a andar las tecnologías necesarias para automatizar las operaciones relacionadas con las cuentas corrientes y personales. En esa época también se despliega la red colectiva de dispensadores de dinero, en otras palabras, el origen de los primeros cajeros.
En 1971 introdujeron la primera tarjeta bancaria
en nuestro país
Más recientemente, destaca la puesta en marcha del nuevo Centro de Proceso de Datos (CPD), en la madrileña localidad de Tres Cantos, que cuenta con los niveles máximos de fiabilidad y seguridad (doble certificación Tier IV en diseño y construcción), lo que ha terminado de dar a BBVA capacidad para gestionar 200 millones de operaciones de negocio diarias en todo el mundo, con un volumen de almacenamiento total del grupo de 20.000 terabytes.
Otra de las inversiones en tecnología más destacable ha sido el desarrollo de la nueva plataforma tecnológica sobre la que se están desplegando toda una serie de servicios digitales presentes y de futuro.
Liderar el crecimiento
Francisco González, presidente del BBVA, afirmó en la última junta de accionistas que la entidad “está en el comienzo de un nuevo ciclo de fuerte crecimiento diferencial en actividad y en resultados”, y se mostró muy confiado en que “salimos en primera posición de esta crisis para liderar la siguiente fase de crecimiento global”.
“Somos un banco centrado en el cliente, lo que en innovación significa que construimos la oferta de nuevos productos y servicios a partir de la detección de las necesidades reales de las personas”, aseguran desde la entidad, de modo que consideran que el gran cambio experimentado en estos últimos 35 años viene marcado por la forma de relacionarse con los clientes.
“Las oficinas han sido históricamente el canal para conocer y trabajar con las personas. Hoy son los clientes los que deciden cómo y cuándo quieren acercarse a BBVA y eligen la manera que mejor se adapta a sus necesidades en cada momento y situación, ya sea a través de la banca por internet (con la renovada bbva.es), con la banca móvil y sus aplicaciones, y hasta por Smart TV”, resaltan.
De ahí que no tengan ninguna duda de que los canales digitales, el móvil, las tecnologías NFC, los nuevos sistemas de pago y los servicios financieros globales van a tener un rol muy importante en el corto plazo.
El último campo en el que BBVA centra su esfuerzo innovador consiste en concebir nuevas soluciones para crecer más allá de las sucursales, llevando los servicios bancarios a entornos virtuales o acercándolos a mercados con una baja bancarización.