Mantener las carreteras es seguro y, a la larga, barato
La conservación de la red viaria evita su reconstrucción y extiende su vida útil
La máxima más vale prevenir que curar se aplica a casi todas las áreas y la carretera no es una excepción. Las vías españolas soportan el 95% del tráfico de viajeros que tiene lugar en el país y el 85% del tráfico de mercancías, por lo que estas infraestructuras relativamente nuevas precisan un buen mantenimiento que garantice la seguridad de los usuarios.
Sin embargo, esos trabajos no solo tienen ese cometido. La conservación también tiene una importante repercusión económica puesto que alarga la vida útil de las carreteras y evita, durante mucho tiempo, su costosa reconstrucción.
Los trabajos se realizan en dos frentes: uno ordinario y otro extraordinario. En el primero de ellos se actúa en el día a día de la calzada, lo que implica tareas como la retirada de animales muertos, la reparación de señales caídas o pintadas, así como garantizar la vialidad invernal. En el segundo frente se procede al mantenimiento de la estructura de una manera más exhaustiva con refuerzos del pavimento, reposición de señales y otras tareas.
“Lo más importante de la conservación es que sea sistemática”, afirma Pablo Sáez, director gerente de Acex, la asociación que agrupa a las empresas que se encargan del mantenimiento ordinario de las carreteras. Sáez explica que es preferible no realizar grandes inversiones en este ámbito, pero que estas se hagan de forma continuada en el tiempo y sobre todos los elementos que intervienen en la circulación.
“Lo más importante de la conservación es que sea sistemática”, afirman desde Acex
Según los datos de Euroconsult, compañía de ingeniería que se dedica a estudiar el estado de las vías y a realizar en ellas trabajos extraordinarios, el coste de la conservación es un 70% inferior al de levantar una nueva infraestructura. De acuerdo con las estimaciones de la empresa, la vida útil de las carreteras se podría alargar entre 20 y 30 años si se toman las medidas adecuadas.
Pero, conocidas las ventajas de la conservación, la crisis por la que atraviesa España ha golpeado numerosos sectores de la economía, y el de las infraestructuras, que en otros tiempos recibía una parte importante del presupuesto, no ha sido una excepción. Los 1.257 millones que se dedicaron al mantenimiento de las vías en 2012, se han quedado en 818 este año, de acuerdo con los datos del Ministerio de Fomento recogidos por el RACC y por la Asociación Española de Carretera (AEC). Desde el sector consideran que el hecho de que el desembolso sea menor no implica que la inversión sea peor; solo hay que determinar en qué momentos y lugares es necesario actuar.
En el caso de la conservación extraordinaria, los sistemas de auditoría facilitan la intervención en los puntos exactos de la red viaria donde es preciso. Para ello, la firma de ingenieros consultores Euroconsult cuenta con cuatro equipos que se encargan de medir el estado del firme de la carretera, la visibilidad de las señales, la seguridad de la calzada en condiciones de lluvia y de inspeccionar túneles y puentes. “El precio por un kilómetro de vía auscultado con los diferentes parámetros ronda los 500 euros”, explicaba Leonardo Benatov, presidente de la compañía, durante una presentación de estas máquinas, que ayudan a optimizar la inversión en mantenimiento.
Las empresas que se encargan del trabajo diario en las carreteras también se han visto afectadas por los recortes presupuestarios, que en su caso han rondado el 30% del año pasado a este. “Hemos tenido que agudizar el ingenio”, comenta a este respecto el presidente de Acex. Pablo Sáez considera que las empresas de mantenimiento han conseguido “llegar a un punto de encuentro” con el Ministerio de Fomento para disminuir el coste de sus servicios sin que la calidad se vea afectada.
Trabajos también en el extranjero
La internacionalización ha sido uno de los puntos clave que han permitido a las empresas de nuestro país capear mejor el temporal de la crisis económica. En el caso de las que se dedican al mantenimiento de carreteras, el trabajo fuera de nuestras fronteras no es algo nuevo pero sí especialmente importante en los últimos tiempos.
La salida de estas compañías al exterior se remonta a finales de los noventa. Con Latinoamérica como destino principal, los equipos y sistemas de conservación españoles están presentes en numerosos lugares del mundo para exportar un modelo de conservación y prevención que durante muchos años ha sido referencia a nivel global.
Entre los casos de internacionalización hay algunos que resultan especialmente curiosos, como el que apunta Pablo Sáez, director gerente de la asociación de empresas de mantenimiento de carreteras en España (Acex), sobre una empresa española que está especializada en la retirada de nieve de la calzada y que hace seis meses consiguió su primer contrato para realizar la misma tarea en Arabia Saudí. Obviamente, los equipos no se encargarán allí de quitar nieve, sino la arena que cubre las vías.
Además de estar presentes en países de América Latina como Perú, República Dominicana o México, en los que estas empresas llevan años trabajando, también se están intentando abrir camino en economías emergentes como India o China.