El ‘made in Spain’ seduce en el exterior
Un tercio de las empresas que cotizan en Bolsa obtiene fuera el 70% de sus ingresos
Croquetas navarras en Estados Unidos, contadores eléctricos catalanes en Abu Dabi y moda marca España por medio mundo. “El sector exterior demuestra que, a pesar de la crisis, tenemos un músculo productivo potente”, asegura Rafael Myro, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense.
Varios datos revelan el vigor de ese músculo. España exportó mercancías por valor de 222.643 millones de euros en 2012, la cifra más alta de la serie histórica, tras incrementarse un 3,8% con respecto a 2011. Fue, sin embargo, un crecimiento más atenuado que el de los dos años anteriores por el menor dinamismo de la principal zona de destino del producto español, la Unión Europea, que sigue absorbiendo el 62,8% de las ventas totales. Por eso, “el mayor esfuerzo de promoción tiene que hacerse en nuevos mercados en los que hemos tenido grandes avances pero a los que llegamos con bastante retraso, con lo que todavía presentan mucho recorrido”, explica Myro.
Francia es el primer cliente español con unas compras de 36.079 millones de euros. Los mayores saltos se registran en Asia, donde las exportaciones creen un 55% desde 2008; América Latina, con un 51%, y África, que sube un 49%.
Estos progresos se notan especialmente en las relaciones con las economías emergentes, donde las exportaciones españolas han crecido de forma exponencial en los últimos ocho años, desde un 159% en el caso de Brasil a un 229% en el de India, pasando por China, Rusia o Argelia, con incrementos superiores al 200%.
España amplía horizontes pero también oferta, con un patrón exportador diversificado entre sectores más tradicionales, como el alimentario o el textil, y otros más innovadores, como el químico, el farmacéutico, el de bienes de equipo o el del automóvil, que sigue siendo una de las estrellas del catálogo nacional. Con todo ello, la cuota de exportaciones de bienes y servicios supuso el año pasado el 32,45% del PIB español.
Más de 35.500 empresas se han lanzado a competir en el extranjero en los últimos cinco años, con lo que en total más de 136.000 firmas españolas exportan sus productos. Aunque las pymes han ganado peso, las grandes corporaciones se llevan la mayor parte del pastel. De hecho, un tercio de las compañías que cotizan en el parqué obtiene fuera el 70% de su facturación, según el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados. “El problema no es que las exportaciones estén en manos de las grandes, porque es lo que ocurre en todos los países; lo que se requiere es que más empresas ganen tamaño para seguir mejorando el saldo exterior”, concluye Myro.
Es una moneda de doble cara, porque las empresas necesitan ganar peso para salir, pero son las compañías internacionalizadas las que mejor soportan la crisis, según un informe del Banco de España. Cerca de 2.300 firmas contaban en 2012 con al menos una filial en el extranjero. Su stock de inversión directa fuera de España ascendía a finales de 2012 a 475.400 millones de euros después de haber registrado, no obstante, el primer retroceso de los últimos años. América Latina sigue siendo uno de los destinos preferentes, de forma que España es el tercer inversor en la zona.
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