Blanco presenta concurso voluntario de acreedores, el mayor del sector textil
Las firmas de moda españolas atraviesan un mal momento, castigadas por la larga crisis económica que ha derivado en unas elevadas tasas de paro y el desplome del consumo. Ayer, el grupo textil Blanco, el séptimo mayor de España, se sumó a la lista de compañías del sector en concurso voluntario de acreedores.
“Debido a la gravedad de los problemas económicos y financieros que padece desde que comenzó la crisis económica en España y, tras meses de duro trabajo tratando de superar esta situación, Blanco se ha visto obligada a solicitar la declaración de concurso voluntario de acreedores de las sociedades que forman el grupo, con el objetivo de conseguir viabilidad de la compañía y de proteger los intereses de sus acreedores, trabajadores, proveedores y clientes”, aseguró el grupo textil.
El concurso voluntario de la matriz, Avance y Diseño, y sus filiales (Diagomoda, Tiendas Blanco España, Blanco Moda Internacional y Blanco Shop) se ha presentado en el Juzgado Mercantil número 8 de Madrid. El grupo, controlado por el empresario Bernardo Blanco y fundado por este en el año 1960, está presente en 23 países y, según figura en su página web, cuenta con 270 tiendas repartidas por todo el mundo. Además de España cuenta con presencia en Portugal, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Grecia, Catar, Marruecos, Rusia, México y Holanda. Su plantilla ronda los 2.000 empleados y el pasado ejercicio facturó alrededor de 300 millones de euros.
Se trata del séptimo mayor grupo textil español, por detrás de Inditex, Mango, Cortefiel, Desigual, Pepe Jeans y Tous, y por tanto el mayor concurso de acreedores del sector en España. Blanco se une a otras firmas de moda nacionales que se han visto abocadas a la misma situación: Sita Murt, Victorio & Lucchino, Devota & Lomba, Hakei, Caramelo, Elio Berhanyer o Artesanos Camiseros.
Deuda
A mediados del pasado mes de abril, Blanco se acogió al preconcurso de acreedores para intentar acometer la reestructuración de su deuda, de unos 50 millones de euros. Ayer insistía en que se encuentra a la “búsqueda de nueva financiación que espera obtener de acreedores bancarios o a través de la incorporación de nuevos socios”.
Hace unos meses la compañía ya intentó llegar a un acuerdo con alguno de sus competidores, como la firma catalana Mango, propiedad Isak Andic, pero estas negociaciones no llegaron a buen puerto.
El grupo textil señalaba ayer que confía en que “su fuerte implantación en el mercado” y el “gran potencial de su plantilla le permitirán salir adelante en un tiempo relativamente corto”.
En paralelo, la empresa estaba en pleno proceso de reestructuración con el cierre de tiendas en algunos países, como España, Reino Unido y Grecia, y recortes de plantilla.