La CNMV espera presentar en enero el nuevo código de buen gobierno
La presidenta del regulador participa en un foro sobre el rol del consejero junto a los máximos responsables de Banco Popular, Enagás, Ferrovial, Indra y Prisa
La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, anunció ayer que el nuevo código de buen gobierno de las empresas españolas será presentado en enero de 2014. Durante una intervención en el I Foro Anual del Consejero, organizado por el diario El País, la empresa de servicios de consultoría y auditoría KPMG y la escuela de negocios IESE, Rodríguez señaló además que la comisión de expertos recientemente constituida para analizar el tema tendrá listas sus conclusiones en cuatro meses. El contenido del código será definido en los cuatro meses restantes.
La conferencia en la que participó Rodríguez fue inaugurada por el presidente de KPMG en España, John Scott, que señaló que la responsabilidad de los consejeros es un tema candente. “Están bajo la lupa de la sociedad. Se han detectado problemas serios en el gobierno corporativo de empresas cotizadas”, afirmó.
Los escándalos empresariales, nacionales e internacionales, que se destaparon con el estallido de la burbuja inmobiliaria, al igual que otros más recientes como el de Pescanova, han puesto en la picota el rol de los consejos de administración y la práctica del gobierno corporativo. Para abrir espacios serios de debate sobre estas cuestiones, los organizadores de la cita reunieron en el campus de IESE a cuatro altos ejecutivos a los que consideran exponentes del buen gobierno corporativo.
Diligencia y lealtad
“El buen gobierno corporativo es crítico para la gestión de las empresas”, afirmó Fernando Abril-Martorell, consejero delegado de PRISA, en el acto de clausura del I Foro Anual del Consejero. El ejecutivo añadió que el gobierno de las empresas es clave para dar garantías a los accionistas, para el sostenimiento del mercado de capitales, para el desarrollo de la economía en general y para su competitividad. Abril-Martorell también argumentó que hay dos “mandatos básicos” para el consejero: la diligencia y la lealtad. Sobre esta última, señaló que se trata de no incurrir en conflictos de intereses, unos conflictos que, según explicó, “a veces se enmascaran y no son tan obvios”.
En una mesa redonda, los presidentes de Banco Popular, Ángel Ron; Enagás, Antonio Llardén, e Indra, Javier Monzón, y el consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás, coincidieron en que la regulación excesiva conlleva el riesgo de hacer menos competitivas a las empresas españolas. Los ejecutivos defendieron la práctica actual del gobierno corporativo en España, pero coincidieron en que las empresas cotizadas están viviendo una transición hacia un modelo más anglosajón, como consecuencia de los cambios en la estructura accionarial de las empresas y la presencia cada vez mayor de fondos de inversión internacionales.
El presidente de Banco Popular afirmó que, a diferencia del modelo “continental”, que se caracteriza por una presencia más relevante de propietarios en el consejo de administración, el nuevo paradigma favorece una mayor transparencia, un aspecto que demandan los mercados y que fue un tema recurrente en el debate. En su intervención posterior, la presidenta de la CNMV fue tajante: “El modelo continental está muerto”.
Otro tema de discusión fue la baja posición de España en los rankings internacionales sobre gobierno corporativo. Según el Doing Business Report, un estudio elaborado por el International Finance Corporation y el Banco Mundial, y que mide, entre otras cosas, la protección de los inversores, España ocupa el puesto 44 entre 180 países. El consejero delegado de Ferrovial señaló que España tiene que seguir avanzando en la materia, pero matizó la importancia de algunos estudios internacionales. “Las evaluaciones muchas veces son hechas por expertos anglosajones que miden con la vara de lo que ellos consideran que son los mejores modelos”.
El presidente de Indra coincidió en que la situación del gobierno corporativo de las empresas españolas no es mala comparativamente. Monzón añadió que hay mejoras pendientes que no se corregirán con más regulación: dedicar más esfuerzo a la selección de los perfiles y que los consejeros sean profesionales que manejen buena información sobre el sector al que pertenece la empresa.
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, señaló que la compañía ha evolucionado claramente hacia un modelo anglosajón y que el cambio principal ha sido la mayor transparencia. “Durante los dos o tres meses previos a la junta general de accionistas mantenemos contactos muy regulares con los inversores”.
El debate
En la City, más control que en Europa
El presidente de Enagás, Antonio Llardén, desestimó la idea de que España sale mal parada a la hora de evaluar la protección de los inversores. “Se ha mejorado mucho en este tema”, afirmó. Llardén señaló que observa diferencias en el control que ejercen los accionista dependiendo de su origen. En la City de Londres, dijo, los accionistas controlan más que en Europa. Sobre los de Estados Unidos, señaló que controlan al consejero con una pregunta muy simple: “¿Compra usted acciones de la firma?”. El presidente de Banco Popular, Ángel Ron, añadió que hoy hay una presencia relevante de grupos de accionistas en los consejos.
Consejeros útiles, sin importar el sexo
El consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás, afirmó que las cuotas para mujeres son un tema complicado y defendió la importancia de la meritocracia para la elección de consejeros. “Lo que hay que ver es si el consejero ayuda o no, independientemente del sexo”. El tema de las cuotas volvió al foro cuando la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores hablaba de la relevancia de los informes anuales de buen gobierno. Elvira Rodríguez señaló que si para dar cuenta de un número bajo de consejeras la explicación es que no se encontró una con el perfil adecuado, sin más, entonces no será tan útil.
La retribución, esencial para atraer talento
El presidente de Indra, Javier Monzón, afirmó que al hablar de retribuciones no hay que perder de vista que es algo esencial para atraer el mejor talento. “Me preocupa cómo estamos enfocando el tema de las retribuciones”, admitió. El directivo añadió que las pagas deben estar atadas al cumplimiento de objetivos de mediano y largo plazo y efectuarse de manera diferida. Monzón señaló que es necesario recordar que la retribución “no se le quita a nadie” más que a los accionistas. “Yo he leído críticas a las retribuciones en los medios, pero no entre los inversores de Banco Santander”, añadió Meirás cuando se abordó la retribución de Alfredo Sáenz.