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Su apertura económica facilita la llegada de extranjeros

La pujanza económica de Chile atrae a las empresas españolas

Chile ofrece grandes oportunidades para invertir pero hay que ir preparados. Su bajo desempleo aconseja llevar personal del país de origen de la empresa

Expertos en la economía chilena y en sus relaciones con España se reunieron el jueves 16 de mayo en la sede de CEIM (Conferencia Empresarial de Madrid), perteneciente a la CEOE, para informar a las empresas interesadas en hacer negocios con Chile, bien sea instalando allí sus empresas o bien importando sus productos. Todos ellos resaltaron las enormes ventajas que ofrece el país sudamericano, pero han advertido de algunas dificultades, sobre las que conviene estar avisados.

Jesús Martín Sanz, vicepresidente de CEIM y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la organización, destacó la “actitud” y el “estilo” de Chile, “que le permite ser el país probablemente más global” de Latinoamérica, “pese a estar acordonado por sus elementos geográficos”. Martín subrayó que envidia “sanamente” su “espíritu competitivo”.

Sanz también recordó que Chile es muy eficaz como plataforma para llegar a otros países latinoamericanos, pero advirtió de que “no nos creamos que se puede ir a otro país como quien va a otra provincia. Hay matices culturales” que conviene conocer, y de los que hablaron luego el resto de ponentes.

Lorena Sepúlveda, directora de la Oficina Comercial de Chile en España, describió la gran variedad climática de Chile, lo que redunda en una gran variedad productiva, y que pese a ser un país pequeño en términos de población su renta per cápita está muy cerca de la de los países desarrollados.

“Al ser un mercado pequeño, la única manera de crecer es ser un mercado abierto al mundo”, explicó. Por eso Chile tiene acuerdos comerciales con más de 60 países, que suponen el 86% del PIB mundial. Además Chile es el segundo inversor extranjero en la región de América Latina.

De la relación entre España y Chile, Sepúlveda destacó el intercambio de turistas (“donde Chile puede aprender el know-how de España”) y las exportaciones. “España es el segundo inversor extranjero en Chile”, tras Estados Unidos, “con unas inversiones tremendamente interesantes, muy diversificadas, y en muchos casos de mano de pequeñas y medianas empresas”.

La experta señaló varios sectores especialmente interesantes para invertir: la minería, el sector frutícola, la energía (ya que Chile tiene el coste de energía más alto de la zona) y la ingeniería. Además, resaltó los bajos aranceles que tienen las exportaciones de Chile a otros países, y que para aprovecharse de ellos basta con establecer una parte del proceso de producción en el país.

Carlos Morales, presidente de la Cámara Hispano-Chilena de Comercio e Industria, insistió en la baja tasa de desempleo del país, lo cual indica por un lado la gran pujanza de su economía, pero por el otro es un problema “para la empresa que se desplaza porque hay poco personal. Resulta interesante llevar personal desde España. El crecimiento de la fuerza laboral es insuficiente para todo lo que está creciendo Chile”.

También ha apuntado que cuando se habla del sector minero de Chile, “las empresas deben ver que no se trata sólo la extracción de metal. Para sacar mineral hay que poner una carretera, contratar trabajadores, hacer ropa, utilizar camiones, perforadoras...” Todo ello conforma la “industria auxiliar de la minería”.

La Cámara Hispano-Chilena impulsa el intercambio comercial. “Para Chile, España es una puerta a la Unión Europea”. Y además, ayuda a las empresas a conocer las diferencias culturales y regulatorias entre España y Chile, e impulsa iniciativas para resolver problemas, como el del reconocimiento de los títulos académicos.

Dificultades como las que sufren empresarios españoles que quieren conocer Chile (al pedir el visado), o viceversa, señaló, son innecesarias, puesto que hay acuerdos que datan hasta de 1958 que prevén soluciones para situaciones semejantes. “Lo cuento para que quede constancia de que las relaciones entre Chile y España no son solo de hace 10 años”, aclaró.

Sistema tributario

Emmanuel Baeza, socio director de la consultora Mshglobal, explicó los detalles del sistema tributario de Chile, que por encima de todo garantiza “la invariabilidad tributaria y el libre acceso a la divisa” para los extranjeros.

Chile tiene impuestos principalmente a nivel nacional, y prácticamente no los tiene a nivel regional ni municipal. Baeza recomendó a las empresas entrar en Chile “con un capital bajo, para pagar menos impuestos municipales, e incrementarlo según las necesidades, a base de créditos”.

El experto subrayó que Chile da más importancia a la forma que al fondo en la regulación de tributos, es decir, que incentiva que se declaren todos los ingresos, y a cambio es bastante flexible de cara a que los contribuyentes se acojan a las leyes fiscales que más les beneficien. Además, tiene múltiples convenios con otros países para evitar la doble imposición.

Los costes asociados a la contratación (cotización de la Seguridad Social, pensiones, etc.) suponen en torno al 25% del salario. Baeza destacó especialmente la calidad del servicio de salud para los accidentes de trabajo.

En el turno de preguntas, los ponentes reconocieron que el sistema bancario chileno es muy estricto en cuanto a la apertura y gestión de cuentas bancarias, aunque como dijo Carlos Morales, “se trata de ir allí preparados para esa situación”.

Lorena Sepúlveda, preguntada por una posible burbuja inmobiliaria en Chile, aseguró que ahora mismo todos los datos indican que no la hay, pero incluso en ese caso, los efectos en la economía serían mucho menos graves que en España, puesto que el peso del inmobiliario en el PIB es “bajo”, y el endeudamiento tanto público como privado “es discreto”.

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