Un primer paso para cambiar el destino
El libro de José Carlos Díez 'Hay vida después de la crisis' expone con claridad y determinación los estímulos que necesita el país para no dejarse arrastrar por la desesperanza.
“Tu estado de ánimo es tu destino”. El economista José Carlos Díez cita a Heródoto en su nuevo libro Hay vida después de la crisis (Plaza & Janés) para poner de manifiesto que la sociedad necesita un cambio de actitud que ayude a España a salir de la encrucijada.
El autor, economista jefe de Intermoney y colaborador de varios medios nacionales e internacionales, entre ellos Cinco Días, expone con claridad y determinación los estímulos que necesitan los españoles para no dejarse arrastrar por la desesperanza.
Además de un discurso optimista pero a la vez realista y documentado, la obra de Díez da respuestas accesibles a las preguntas clave para entender el mundo en que vivimos: ¿qué nos ha pasado?, ¿quién es el responsable de la crisis del euro?, ¿hay vida inteligente entre los líderes que nos gobiernan?, ¿adónde nos conducen los recortes y las medidas de austeridad?, ¿es posible ayudar a países como Grecia y Chipre?, ¿cuánto pueden aguantar sociedades diezmadas por el desempleo sin que la democracia se resienta?, ¿cómo salimos de ésta?.
“Mi principal reto fue escribir un libro para los millones de ciudadanos interesados en la economía pero que no dominan la jerga económica. Un libro con rigor pero a la vez accesible que les permita entender qué nos ha pasado y con propuestas concretas para salir de esta maldita crisis”, explica Díez.
El autor afirma que el drama de los desahucios, la restricción del crédito, el déficit público y el desempleo tienen solución. Autor desde 2008 del blog El Economista Observador, en Cinco Días, Díez asegura que la clave es atacar los problemas con determinación, con realismo y con las políticas económicas adecuadas.
“El endeudamiento produce los mismos efectos que el alcohol: genera endorfinas positivas al consumirlo, pero al despertar nos provoca resaca, malestar, dolor de cabeza”. Para responder a la pregunta de qué nos ha pasado, Díez señala en su libro que tras la entrada en el euro, los españoles accedimos a un mundo nuevo con mucho crédito y más barato del que nunca habíamos soñado, lo que creó unas condiciones extremadamente favorables para que se formara una burbuja. “Pero no debemos olvidar que la responsabilidad de emborracharnos fue exclusivamente nuestra”. Díez afirma que buscar un enemigo externo a quien culpar de los problemas del país no es la solución y subraya que, aunque el desahogo a veces es necesario, resulta contraproducente para salir de la crisis.
“Los españoles nos hemos convertido en una fábrica de excusas y lamentos. Los de los millones de personas que han perdido su empleo, especialmente los mayores de 50 y los jóvenes que no pueden encontrarlo, están justificados. Ellos deben tener toda nuestra comprensión y nuestro compromiso”. Díez afirma que el resto, sin embargo, tiene la obligación moral de trabajar hasta la extenuación para sacar el país adelante.