Cruz Roja se vuelca en el desarrollo económico
El Centro de Medios de Vida promueve la inserción laboral con formación y acuerdos con empresas En cuatro años se han formado 400 técnicos de 48 sociedades nacionales
La experiencia adquirida por Cruz Roja en la respuesta a desastres naturales, como el huracán Mitch, en 1998, hizo reflexionar a sus responsables sobre la necesidad de ir más allá de la asistencia tradicional: atención hospitalaria, saneamiento, etc., y ayudar a las familias para que recuperasen los medios de vida que tenían antes. El día después de un terremoto o un huracán puede tener efectos tanto o más devastadores que el propio desastre, pues para muchas personas, su forma de vida desaparece, sin hogar, sin familia, sin trabajo. “Lo que habíamos aprendido con esas experiencias es que muchas otras intervenciones son necesarias pero, al final, una de las cosas más determinantes y lo que le cambia la vida a la gente es si tienen ingresos o no“, señala María Alcázar, directora de cooperación internacional de Cruz Roja Española.
“Nos dimos cuenta que, en general, en el ámbito de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, todo lo que tenía que ver con desarrollo de medios de vida y desarrollo económico no estaba integrado al cien por cien. Era algo que hacíamos a veces en respuesta a desastres, pero que se incorporaba muy tarde. Por ejemplo, en Centroamérica, con motivo del huracán Mitch, los proyectos de desarrollo económico empezaron cuatro o cinco años después. Y eso es ya demasiado tiempo”, explica Alcázar.
Fruto de esta reflexión es la creación -aprobada por la Federación Internacional de la Cruz Roja en 2007- del Centro de Recursos de Medios de Vida de la Cruz Roja Española, para favorecer y fortalecer las capacidades de la institución. Y esa misma filosofía de apoyo a la recuperación y desarrollo de medios de vida se ha conseguido introducir en la Estrategia 2020, que establece las prioridades programáticas para esta década, que por primera vez lo incluye como parte de los objetivos de Cruz Roja.
Creación y financiación del proyecto
El centro ha contado con el apoyo de Accenture, que ha contribuido, a través de su fundación, a dar forma al proyecto así como a financiar su puesta en marcha. “Nuestra principal actividad es aportar lo que mejor sabemos hacer desde el grupo, que es la consultoría, y aportarla a un sector que no estábamos atendiendo. Al final lo que hacemos es montar un programa de acción social que canaliza los mismos servicios de consultoría que puede estar recibiendo BBVA, Telefónica, las grandes empresas, de forma gratuita”, afirma Ana Millán, directora de la Fundación Accenture.
Accenture diseña los cursos para formar a los técnicos de cooperación internacional, tanto online como presencial, con proyectos reales evaluados, donde se puede ver el impacto. “Además de proporcionarles apoyo en aspectos más de gestión de programas, de desarrollo de lo que son las tecnologías sobre las que funciona todo ese centro de excelencia, hay un portal con una plataforma de e-learning”, comenta la directora de la fundación. En cuatro años de colaboración, la donación de consultoría viene a suponer en torno a 1,7 millones de dólares y además acordamos dar otros 2 millones de dólares para apoyar el centro y para apoyar proyectos de livelihood”, añade Millán.
Durante ese periodo se han formado cerca de 400 técnicos de unas 48 sociedades nacionales, que se estima que han tenido impacto sobre 170.000 personas. La web (www.livelihoodscentre.org) recibe 3.500 visitas mensuales.
Paralelamente, para finales de junio está previsto poner en marcha, también fruto de la colaboración entre Cruz Roja y Accenture, la herramienta Jobaid, una aplicación informática que a partir de una base de datos con información de proyectos reales, brinda recomendaciones técnicas concretas para la planificación y desarrollo de nuevas intervenciones.
“Ahora se asocia la Cruz Roja con actuaciones en situaciones de emergencia, pero quizá, dentro de cinco, de diez años, también se la asociará con el apoyo a la inserción en el mercado laboral y el desarrollo de actividades económicas”, enfatiza Ana Millán. Y es que, como manifiesta María Alcázar, “si realmente queremos ser útiles para la sociedad, que es para lo que estamos, y ayudar a la gente, también hay que dar respuesta a las necesidades de los problemas que tiene la gente. Y cada vez más es ayudar en la vida diaria a las personas, es una manera de apoyar y ayudar a las personas a que tengamos una vida más digna”.
Un plan de empleo en alza
Cruz Roja Española puso en marcha en el año 2000 en España el Plan Integral de Empleo, con el objetivo es favorecer la incorporación al mercado laboral de colectivos desfavorecidos. “Es un programa que está creciendo mucho y que ahora, en el contexto en el que estamos, es más relevante que nunca”, asegura María Alcázar.
A través de este programa, en 2012 se incorporaron al mercado laboral 8.686 personas, de las cuales 5.713 eran mujeres. Con este programa se favorece la formación ocupacional y el trabajo con empresas: Cruz Roja colabora con más de 7.000 empresas, para oportunidades de formación, prácticas, para promover la no discriminación en el ámbito laboral.
Accenture se unió a este programa hace cuatro años, aportando consultoría y con el desarrollo de un aplicativo que facilita la adquisición de competencias transversales de las personas con más vulnerabilidad: trabajo en equipo, espíritu de servicio, etc., “capacidades que son importantes a la hora de la obtención y retención de empleo”, comenta Ana Millán.