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Ramón Pereira, Director general para España y Portugal de Franklin Templeton Investments

“Llevamos a gala ser siempre conservadores”

La gestora, marca que engloba fábricas diferentes de productos (Franklin, centrada en renta variable americana de estilo crecimiento; Templeton, con fondos de mercados emergentes y de renta variable global de estilo valor, y Mutual Series, con productos básicamente de renta variable en mercados desarrollados), abrió oficina de distribución en España en febrero de 1998, pero comenzó a invertir en nuestro país décadas antes como consecuencia “de la relación que tuvieron en los años sesenta el señor Templeton y Javier Valls, del Popular”, recuerda su responsable.

Pregunta. ¿En qué se diferencian de la competencia?

Respuesta. Principalmente en que solo nos dedicamos a gestionar, somos solo los fabricantes de la materia prima que usan los distribuidores. Tenemos fondos de todo tipo, pero nuestra filosofía es ser siempre conservadores dentro de cada categoría.

La reputación de España sigue siendo sólida. Además, cuando uno invierte en una empresa del Ibex lo hace muy poco en España y mucho en el exterior”

P. ¿Cuáles creen que son sus fortaleza?

R. Tratamos de comprar barato y vender caro y, aunque parezca una obviedad, hacerlo bien es muy difícil y eso no lo hacen máquinas, lo hacen personas que trabajan mucho. Al final, el tener la disciplina de aplicar el proceso de inversión con independencia del entorno del mercado, de las modas, de las presiones de los medios o de los inversores es lo que a la larga nos ha permitido seguir existiendo hoy. Eso lo llevamos a gala.

P. La marca tiene gestores estrella, ¿eso atrae a los inversores españoles?

R. Huimos de esa imagen. Tenemos personas dentro de la compañía, como Mark Mobius en emergentes o Michael Hasenstab en renta fija global, que todo el mundo conoce porque tienen el fondo más vendido del mercado. Eso está muy bien, pero nos preocupa más lo que vaya a pasar en el futuro que colgarnos medallas por el pasado. Y además es que son equipos de personas. Hasenstab tiene un equipo de 120 analistas en todo el mundo. Son como las grandes estrellas de la cocina: uno no espera que Ferran Adrià le ase el besugo, estará por la cocina, vigilará el proceso, pero no es el que hace todo.

P. ¿Y estos equipos de analistas o gestores confían en España?

R. Sí está presente en nuestros fondos, pero no le podría decir hasta qué punto. Es muy importante aclarar que el que un país o un sector concreto no estén representados en nuestra cartera no quiere decir que a los gestores no les guste o vean problemas. Significa que con los parámetros que tienen para invertir han descubierto oportunidades mejores.

P. ¿Cree que la marca España sigue asustando en el exterior?

R. Hemos tenido muchos gestores que han venido a España en los últimos tres años, y cuando los clientes preguntan la contestación es que la reputación que tiene entre los inversores profesionales sigue siendo muy sólida. ¿Por qué? Porque al final los gestores lo que buscan son oportunidades concretas. Un gestor no invierte en un país, sino en una compañía que está en un país. Además, cuando uno invierte en una empresa del Ibex lo hace muy poco en España y mucho en el exterior.

El potencial de los emergentes
Su gestora entendió hace mucho las enormes posibilidades de los mercados emergentes; de hecho, siguen pensando que “están infrarrepresentados en cualquier cartera en relación con el peso económico que tienen en el mundo hoy en día”, un peso que calculan entre el 8% y el 10% en los fondos de pensiones, mientras que el PIB de esos países ronda el 30% del PIB mundial. “Si uno hubiera invertido en renta variable emergente en el año 1998 y no hubiera tocado ese dinero, hoy tendría entre dos y tres veces más que invirtiendo en mercados desarrollados. Esto no quiere decir que haya que ir corriendo a invertir en emergentes. Nosotros siempre enfatizamos a nuestros clientes que lo más importante al comprar un fondo es que se asesore e invierta sabiendo dónde lo hace”. En cuanto a los mercados frontera, “son muy interesantes, pero uno tiene que ser consciente de que está dando un pasito más en el binomio rentabilidad/riesgo”. No obstante, reconoce que no tienen ninguna zona o sector predilectos. “Si veo que aquí puedo ganar más que en otras compañías o sectores o países, invierto, y si no, no. Hay un montón de compañías que nos encantan pero que creemos que no nos darían la misma ganancia que otras que son menos conocidas. Se trata de encontrar las joyas que menos gente identifica”.

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