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Pulso entre el Estado y Cataluña

Mas mantendrá la consulta y avisa que no es moneda de cambio

El presidente catalán reconoce que la consulta es "prioritaria", aunque podría retrasarse Apuesta por el diálogo con el Estado para alcanzar un acuerdo en materia fiscal

El rumbo hacia la consulta soberanista parece seguir siendo inamovible. Así lo estableció ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en la rueda de prensa que ofreció para dar cuenta de sus cien primeros días de Gobierno. Mas se ciñó al pacto parlamentario con Esquerra Republicana, que fija el referéndum para 2014, pero abrió la puerta a retrasarlo si así lo deciden los partidos. No obstante, Mas dejó claro que, en cualquier caso, la consulta se hará en esta legislatura. El presidente catalán defendió que dicha iniciativa no es moneda de cambio. “Si el Gobierno español pone sobre la mesa determinadas ofertas a cambio de no hacer la consulta, no podremos aceptarlo”, advirtió.

Tras conocerse su encuentro secreto con Mariano Rajoy, parece claro que el presidente del Gobierno está dispuesto a diseñar una estrategia de mejora de financiación para Cataluña capaz de apaciguar la ola soberanista que, sin embargo, ha encendido a los barones de su propio partido. Pero, según Mas, en la reunión que mantuvieron el 21 de marzo no dijo nada sobre esa posibilidad. Y, además, cree que Rajoy nunca dará ese paso porque comporta unas fuertes críticas en otras comunidades del resto de España. “Solo falta escuchar lo que dicen en Andalucía, gobernada por el PSOE e Izquierda Unida, o en Madrid, por el PP”, alegó. Según Mas, en la entrevista se abordaron diversos temas y especialmente la relajación del déficit para todas las comunidades. Hubo un acercamiento en las posiciones, pero Mas prefirió ser prudente.

Pese a todo, el jefe del Ejecutivo catalán valoró la reunión porque el “diálogo es el único camino de entendimiento”. En ese sentido, anunció que tiene previsto reunirse más veces de forma secreta con Rajoy. Y señaló que, a su juicio, no es un paso atrás en el proceso soberanista dar a sus consejeros la orden de negociar con los ministros. Consideró que no es contradictoria esa negociación con su posición divergente sobre el tema de la consulta. “Yo espero que esa diferencia no impida seguir conversando”, dijo citando los recientes acuerdos alcanzados, como por ejemplo la prohibición del tránsito de camiones de gran tonelaje en la N-II (que depende de Fomento) o en la regeneración del Ebro.

La reunión sirvió para constatar que La Moncloa y el Gobierno catalán están en las antípodas en el tema de la consulta. Mas dejó claro que la votación es una de sus prioridades. Y ello no es incompatible con la situación de las finanzas catalanas.

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