España ha construido desde 2001 una casa por cada nuevo habitante
El parque crece en cinco millones mientras la población lo hace en casi seis La cifra de viviendas vacías se sitúa en torno a 3,5 millones en todo el país
Fomento realiza su propia estimación del parque de viviendas hasta finales de 2011, cifras que, al parecer, se van a asemejar mucho a las que publicará el INE en abril. Las conclusiones reflejan los efectos del boom inmobiliario. El número de casas supera ya los 26 millones, lo que supone un 23,7% más en diez años, cuatro veces más de lo que creció la población. Se construyó prácticamente una casa por cada nuevo habitante.
La locura inmobiliaria que vivió España desde finales de los noventa hasta 2007 pronto será conocida en toda su crudeza. En abril se sabrá cómo ha cambiado la fisionomía de pueblos y ciudades tras varios años en los que las estadísticas apuntaban que en este país se edificaban cada año más viviendas que en Alemania, Francia y Reino Unido juntos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ultima los datos del Censo de Población y Vivienda 2011, el estudio más importante de todos cuantos realiza, cuya periodicidad es decenal, lo que aumenta la expectación.
Es decir, que aunque oficialmente no existen datos del parque inmobiliario de España desde hace más de 10 años (el último censo es de 2001), lo cierto es que hay otros organismos como el Ministerio de Fomento que realizan sus propias estimaciones de cuántas viviendas existen en España. Según ha podido saber CincoDías, las cifras que publica Fomento son “muy parecidas” a las que difundirá el INE en unas semanas.
El departamento que dirige Ana Pastor calcula que a finales de 2011 existían 26.018.179 casas, lo que significa en términos absolutos casi cinco millones más que en 2001 (para ser exactos: 4.984.420 viviendas más). En términos relativos, el incremento es del 23,7% sobre una cifra de 21.033.759 casas a finales de 2001. Si se compara con la cifra del parque inmobiliario de 2001 del INE, se puede comprobar cómo efectivamente apenas existe una diferencia de 87.200 casas.
Y la cifra de viviendas vacías es...
¿Es desproporcionado este incremento del volumen de casas? Todas las variables parecen indicar que sí, tal y como corroboran los expertos consultados. De hecho, si se tiene en cuenta lo que ha pasado con la población se evidencia aún más. En el mismo periodo, el número de residentes en España ha aumentado en 5,9 millones de personas (el 5,8%), por lo que se puede concluir que en diez años se edificó prácticamente una casa por cada nuevo habitante.
Es más, si la población total que da el Censo de 2011– 46.815.916 españoles– se repartiera entre todas las casas existentes, resulta una cifra de 1,79 personas, lo que significa que en puridad no habría ningún hogar con dos personas (solo 1,79). Además de cuantificar el total de las viviendas, Fomento estima por comunidades autónomas y provincias las casas principales y las no principales. Las primeras son aquellas que constituyen la residencia habitual de al menos una persona y las segundas incluyen las viviendas secundarias, aquellas que se utilizan solo en vacaciones o los fines de semana; las vacías o desocupadas, que están disponibles para venta u alquiler o simplemente abandonadas y las catalogadas como otras. En este epígrafe se clasifican las residencias militares, de estudiantes y otros alojamientos colectivos.
De esos 26,01 millones de casas que existen, 17,9 millones son principales, lo que significa que crecieron en más de 3,7 millones, un 26,3%, el hecho que mejor refleja que buena parte de ese aumento del parque fue debido a la creación de nuevos hogares por la coincidencia de dos factores clave: la llegada a la edad más frecuente para comprar casa de la generación del baby boom y el fenómeno de la inmigración. Por el contrario, el aumento de las no principales ha sido más moderado. En total, suman 8.108.488 viviendas, 1,25 millones más que diez años antes, lo que significa un alza del 18,4%. La estadística de Fomento llega hasta ahí.
Sabiendo estos números, ¿se puede calcular a cuánto ascenderá el número de viviendas vacías que publicará el INE ahora que tanto se debate sobre cómo dar respuesta a las miles de familias desalojadas por el impago de sus hipotecas o alquileres? Los expertos consultados coinciden en que la proporción de lo que representaban las casas vacías sobre el total del parque se ha mantenido muy similar (en 2001 fue del 14,8%), por lo que aplicando esa fórmula, se puede apuntar que el cifra oscilará en torno a 3,5 millones de casas, 100.000 más, 100.000 menos.
La costa y Madrid son los polos de atracción
Tal y como era de esperar, los datos elaborados por el Ministerio de Fomento por comunidades autónomas han arrojado muy pocas sorpresas. Si uno se pregunta por un instante en qué regiones ha crecido más en términos relativos el parque inmobiliario, todos contestarán de tres territorios, al menos uno bañado por el mar Mediterráneo.
Y efectivamente así ha sido. Mucia, con un espectacular incremento del 37,7% lidera el ranking, seguida de, esta vez sí, una sorprendente Rioja, con un aumento del 30,6% y en tercer lugar Castilla-La Mancha, con un 30,4% más de casas que en 2001. En este tercer caso es evidente que la cercanía a Madrid de algunas de sus provincias, como Toledo o Guadalajara, ha influido en sus cifras de construcción de casas. En el caso de Murcia, la sobreexplotación de esta región como destino turístico explica buena parte de la explosión edificadora en casi todas sus poblaciones.
En el lado opuesto de la clasificación se sitúan el País Vasco, donde el boom solo dejó un 15,9% más de viviendas de 2001 a 2011, Extremadura, con un avance del 17,8% y Aragón, con el 19,8%. En todas las demás autonomías los crecimientos superan el 20%.
Como las cifras que ha difundido Fomento se van actualizando cada año, una comparación entre 2010 y 2011 revela que el fenómeno comienza a dar la vuelta. Ya existen territorios donde el número de viviendas principales disminuye muy levemente de un año a otro por el desplome que ha producido la crisis en la producción de casas.