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Las casas rurales quieren atraer turistas extranjeros

Castigado por la crisis, aunque en menor medida que otros sectores, el turismo rural no atraviesa su mejor momento. La demanda nacional, que supone el 85% del negocio, cayó un 2% el año pasado y el incremento de extranjeros no llega a compensar ese descenso, aunque ya suponen una cuarta parte de las pernoctaciones. Este último dato evidencia, según Joseba Cortázar, director de comunicación del buscador Toprural.com, la necesidad de atraer visitantes de otros países. Para ello, “es necesario facilitar el acceso a las reservas, simplificar el proceso y eliminar la barrera idiomática”, asegura Cortázar. 

La internacionalización cobra fuerza y son muchos los propietarios que creen que, ante la crisis, el turista extranjero puede ser una alternativa. Precisamente, con el fin de dinamizar el sector, acaba de surgir una iniciativa encabezada por Toprural y AvaiBook, un servicio innovador de reservas. Se trata de pasar de un mero escaparate online a poner a disposición del viajero un sistema más sencillo y rápido que el contacto vía e-mail o teléfono para reservar una casa rural tan fácilmente como un hotel.

En general, no es una actividad muy profesionalizada. En muchos casos, todavía se sigue utilizando la libreta para anotar las reservas; algunos ni siquiera disponen de página web y tampoco existe dedicación plena, ya que es un negocio muy estacional que suele requerir la entrada de otros ingresos.

En 2012 se encendieron todas las alarmas con las caídas de las pernoctaciones y el número de visitantes pero también de precios, que siguen bajando. Según los datos recogidos por Toprural, el precio medio de las casas rurales se ha reducido un 4,1%, alcanzando los 26,7 euros por día y noche en temporada alta. Esta tendencia, por cuarto año consecutivo, confirma que se trata de una medida tomada por el sector para tratar de paliar los efectos de la mala situación económica.

El sector considera imprescindible destinar más recursos a la promoción de este tipo de alojamientos de cara al exterior, al tiempo que se intenta retener la demanda nacional. “Es necesaria una voluntad real y simplificar la oferta ”, aclara Cortázar, y matiza que el producto turismo rural es complicado a la hora de tomar una decisión porque existe una enorme maraña en la oferta. Además, las diferentes clasificaciones propias de cada autonomía generan confusión entre los viajeros respecto a las instalaciones y servicios de los establecimientos. Por tanto, homogeneizar las categorías es una prioridad.

En un informe reciente del Observatorio del Turismo Rural basado en las respuestas de más de 2.000 propietarios de alojamientos rurales, se ha abordado esta cuestión y las espigas ha resultado ser el símbolo preferido por encima de las estrellas utilizadas por los hoteles.

Desde Escapadarural.com, portal que reúne la mayor oferta de alojamientos de este tipo en España, su directora de comunicación, Ana Alonso, considera que el turismo de interior es una alternativa que ofrece muchas posibilidades al viajero, ahora que son menos los que pueden permitirse salidas más caras, cruzando fronteras. Sin embargo, “la demanda, muy estacionalizada, sigue bajando. Sin duda, la supervivencia de esta actividad pasa por una mayor profesionalización del sector y una apuesta por las nuevas tecnologías como aliado en la promoción”, puntualiza Alonso.

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