Coleccionistas subastan sus piezas de alta costura
La Feria de Moda Vintage y la casa Durán sacan a la venta piezas antiguas de YSL, Loewe o Armani
Yo era amiguísima de Gianni Versace y adoro a Armani. He vivido la época de oro de la alta costura. Ahora ya no quedan diseñadores de esa categoría”. Lo cuenta Eloísa Bercero, heredera de Chocolates Elgorriaga, apasionada y compradora compulsiva de alta costura. Un total de 15 de sus más de 300 vestidos de casas como Dior, Armani, Versace, Yves Saint-Laurent o Chanel salen este sábado a la venta en una subasta organizada por la casa Durán en la Feria Moda Vintage (situada en la Estación de Chamartín de Madrid).
Entre los lotes a subastar se encuentran joyas como un conjunto pantalón de Josep Font a precio de salida de 1.200 euros, otro de Chanel Boutique a partir de 750 euros o un conjunto con falda de Giorgio Armani a partir de 1.400 euros. “Para mí lo más valioso son las tres piezas de Emanuel Ungaro, que ni siquiera el diseñador tiene algo parecido”, confiesa Bercero. Esta coleccionista no es la primera vez que acude a una venta. Ya en 2005, Durán sacó al mejor postor 42 vestidos que finalmente acabaron en el Museo del Traje. “Este año también hemos negociado con las autoridades, pero no había dinero”.
Bercero, de 74 años, da cuatro razones para vender sus preciados tesoros: “Por una causa solidaria”, ya que parte de los recaudado va a la Asociación Española contra el Cáncer, “porque tengo demasiados, quiero darles una nueva vida y porque un poco de dinero no viene mal”. No cree que su fortuna en ropa sea un dinero tirado. “No he gastado, he invertido. Espero que los precios de estas piezas sean ahora más caros, como quien compra arte”. Coincide con ella la subastadora Consuelo Durán, que aunque reconoce que no es común en España esta práctica, en Francia o Reino Unido es más habitual: “Queremos hacer una subasta al año”, explica. Para saber el valor de cada lote apunta que se sobrepesa el diseñador, la época, el propio diseño y el estado de conservación.
Además de los lotes de esta rica heredera, Durán incluye en la puja otras piezas únicas como un vestido de noche de Yves Saint Laurent con el que desfiló Miss Mundo en 1983, por 3.000 euros. Los precios más elevados de salida lo ocupan sendos vestidos de novia diseñados por el valenciano Pedro Rodríguez, a partir de 7.500 euros.
A parte de la subasta, la feria acoge hasta el domingo a particulares y tiendas que venden ropa vintage, en cuyos tenderetes se esconden verdaderos tesoros. En el espacio de María Dolores Formentí, conocida estilista de múltiples famosos y políticos, se puede encontrar una torera de YSL por 2.700 euros. En FlowLo disponen de gafas antiguas, sin usar, por ejemplo de Dior (con dispositivo para perfume en las patillas). Lo recomendable es rebuscar y toparse con moda prêt-à-porter como vestidos de la cotizada Lanvin o un abrigo de Courrèges a precios más asequibles que de estreno.
A la venta, diseños familiares de Jesús del Pozo
Dos de las sobrinas de Jesús del Pozo cuentan con un espacio en la feria, donde venden creaciones del diseñador hasta ahora en manos de la familia. Como, por ejemplo, un vestido de novia con falda de tul, de una de ellas, María José, a un precio no desvelado. Estas parientes del desaparecido creador revelan que se deshacen de las prendas porque ya no las usan y porque quieren que alguien las disfrute.
En el puesto de los coleccionistas de la tienda Castillo Encantado solo rescatan piezas de marcas de lujo, como Pertegaz o Balenciaga. De Loewe, por ejemplo, disponen de un vestido de los setenta por 400 euros y algunos bolsos y maletas de piel. De Hermès, un bolso Trim, uno de los que usaba Jackeline Kennedy, por 650 euros. De Saint Laurent, una cazadora de serpiente por 1.300 euros. Una de sus joyas es un conjunto en azul de Versace, con el nombre del diseñador estampado, por 1.200 euros.