_
_
_
_
La brecha de su prima frente a la española cae a 42 puntos

Italia consume parte del caudal de credibilidad ganado a España

El caos político surgido de las elecciones italianas ha derivado en un acercamiento entre la prima italiana y la española. La brecha entre ambas se reduce a 42 puntos a favor de la deuda italiana, más barata, un nivel que no se recordaba desde el pasado junio y con el que Italia consume buena parte de la ventaja que había logrado tras la llegada al poder de Mario Monti.

La crisis política en Italia no solo ha revolucionado las Bolsas, sino también los mercados de deuda, que desde comienzos de año irradiaban cierta tranquilidad. El resultado de las elecciones italianas, que deja en el aire la formación de un gobierno estable capaz de continuar con las reformas estructurales exigidas por Bruselas, ha provocado que los inversores dejen aparcados los activos de riesgo y tomen de nuevo posiciones más defensivas. Así, los bonos más perjudicados han sido italianos y, por el efecto contagio en los países periféricos, también los españoles.

Una vez se supo que no había una mayoría sólida en las cámaras italianas, ante la escalada de Silvio Berlusconi en el Senado y la derrota del ex primer ministro Mario Monti que impedía un gobierno de coalición con Pier Luigi Bersani (el peor escenario posible para los expertos), las primas de riesgo de Italia y España (que miden el grado de confianza en la deuda soberana respecto al bund alemán considerado más seguro) se dispararon por encima de los 340 y los 400 puntos básicos, respectivamente, marcando máximos anuales. Pasado el susto inicial, lograron moderarse, pero dieron lugar a un efecto colateral: el acercamiento del diferencial entre ambos países.

Si bien justo antes de conocerse el desenlace electoral, España pagaba unos 70 puntos básicos más que Italia por su bono a diez años, al cierre de ayer la brecha se estrechó a 42 puntos. Y, según los expertos, seguirá reduciéndose porque aunque la prima de riesgo española no baje, la de Italia subirá hasta que no se resuelva la situación de ingobernabilidad.

"Conforme continúe la incertidumbre, seguirá estrechándose el diferencial a favor de España porque será la prima italiana la que esté más tensionada y ahora el contagio es más limitado que en plena crisis de deuda", sostiene Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4. "Aunque en España también hay tensiones políticas, se está comprobando que se están haciendo los deberes a nivel de consolidación fiscal", añade.

De hecho, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunció ayer que el déficit público de 2012 se situó en el 6,7% del PIB, cuatro décimas mayor que el objetivo pactado con la Comisión Europea, pero por debajo del 7% que preveía el Ejecutivo comunitario, lo que refuerza la posibilidad de que se flexibilicen los ajustes.

Precisamente, los electores italianos han dado un voto de castigo a las políticas de austeridad, lo que puede complicar la senda reformista iniciada por el gobierno tecnócrata de Monti, que contribuyó a relajar la prima de riesgo del país desde los máximos de 550 puntos básicos hasta niveles en torno a 300-350. Por su parte, el pico de la prima de riesgo española fue de 638 puntos básicos, justo antes de que el BCE pusiera sobre la mesa el pasado mes de septiembre su programa de compra de deuda ilimitada.

"Prácticamente todos los diferenciales se han ido a mínimos frente a Italia, no solo el de España", señala Miguel Paz, de Unicorp Patrimonio. "Los inversores desconfían de Italia sin trasladarse el miedo al resto de Europa", asegura. Soledad Pellón, de IG Markets, indica que "el foco de tensión viene de Italia y por eso sufren más su Bolsa y su spread. A la hora de elegir, los inversores penalizan la deuda italiana frente al resto de periféricos", comenta.

Archivado En

_
_