La gestión privada defiende su papel en la sanidad
Directivos de concesionarias apuestan por la colaboración con lo público
Con los profesionales sanitarios de Madrid en pie de guerra por los planes privatizadores del Gobierno regional de varios hospitales públicos, diversos directivos de la sanidad privada aprovecharon ayer el foro del Congreso Nacional de Hospitales que se celebra en Bilbao para defender su modelo de gestión y la colaboración público-privada.
"En nuestros hospitales la gente no tiene que venir con la tarjeta de crédito, solo se utiliza la tarjeta sanitaria", decía con sorna Juan Antonio Álvarez, director del área de Madrid de Capio, que gestiona varias concesiones hospitalarias públicas en la región. Un argumento, el de las tarjetas de crédito, que coincide con las declaraciones de los responsables del PP. "Prima un tema político y nos estamos equivocando en el punto donde hay que poner las medidas. A todos nos interesa que la sanidad siga siendo universal y de calidad con indicadores buenos de salud. Lo importante es que el sistema siga siendo sostenible", añadía.
Los profesionales médicos han reaccionado casi con unanimidad en contra de los planes de externalización, por razones de ahorro, de la gestión de seis hospitales sin negociación y ante la falta de datos públicos y equiparables que avalen una mayor eficacia del modelo.
Apuestan por conciertos con clínicas, acuerdos y gestión de áreas
"El sistema público es muy bueno, pero existe una rigidez para tomar decisiones y carecen de algunas herramientas de gestión que sí tenemos en la empresa privada", señalaba el directivo de Capio, quien pidió "una marco legal claro", mantener "la asistencia sanitaria de calidad", "un plazo estable de los contratos" y que se contemple "un modelo viable" tanto para la empresa como para la Administración. También se quejó de que han estado casi dos años sin cobrar las deudas en algunas comunidades autónomas. "Ahora no aguantaríamos otra vez dos años sin cobrar las facturas", reconoció ante la nueva falta de pagos.
"La colaboración público-privada es buena, propia de las sociedades maduras. Es un bien social. Hay que encontrar los modelos sin maximalismos y sin falsos profetas", opinó José Andrés Gorricho, consejero delegado de la aseguradora IMQ y exgerente de varios hospitales públicos. "No hay que hablar del bien y del mal. Hay muchas fórmulas de colaboración público-privada", desde socios tecnológicos, conciertos con clínicas, concesiones, gestión de áreas sanitarias completas o de las mutualidades de funcionarios. Aseguró, además, que debe existir una regulación básica sobre esta colaboración, surgida desde el consenso. Y pidió a los agentes privados "lealtad con el sistema público" y "transparencia hacia los ciudadanos".
Albert Serra, profesor de Esade, recordó que esta colaboración con lo privado "tiene un problema de imagen y de falta de reconocimiento positivo por parte de la sociedad" ya que "ha habido prácticas perversas que hacen mucho ruido". Por eso cree que las empresas todavía carecen de una "legitimidad en cuanto a la calidad del sistema, que solo harán ganarse a la ciudadanía con la práctica".
Para Mariano Guerrero, director de proyectos de Ribera Salud (empresa que gestiona varios centros públicos en Madrid y la Comunidad Valenciana) recordó que su modelo es de financiación, propiedad y control público. "Lo único en lo que asumimos nosotros el riesgo es en la prestación de servicios".
Congreso
Desde ayer y hasta mañana se celebra en Bilbao el 18 Congreso Nacional de Hospitales, que reúne a 1.200 directivos sanitarios de centros públicos y privados de todo el país con empresas tecnológicas como Telefónica y con las grandes compañías farmacéuticas.
Ahorro posible sin recortes ni privatización
Los directivos sanitarios se cuestionaron ayer en el congreso si era mejor recortar o cambiar el modelo de gestión hospitalario. "Lo primero es aceptar que la crisis es estructural", señalaba Francesc Moreu, profesor de la Universidad Pompeu Fabra. "La crisis del sistema de salud es de aseguramiento, no de provisión, de qué entra en la cartera de servicios. Alguien debería decir qué va a pasar con este tema", aseguraba. "Mientras no se aborde esto, haremos chapuzas". Y opinó que la crisis "nos va bien", porque así los políticos "hacen lo que se debería haber hecho hace años pero no hicieron".Respecto a la provisión de servicios, apostó por colocar "a los profesionales al frente de la gestión". Y desveló que recientemente le aconsejó al consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, no seguir con su propuesta de externalización: "Le dije que por qué no desregulaba el sector público en vez de privatizar"."Es inmoral hacer tantos recortes sin haber acabado antes con la ineficiencia", coincidía Pablo Lázaro, director de la organización Taiss (Técnicas Avanzadas de Investigación del Servicio de Salud).Según Carlos Arenas, director gerente del hospital público Vega Baja en Alicante, su centro sanitario tiene un gasto muy similar a los de las concesiones que también hay en la provincia, en gran parte por las políticas de reducción de costes que han implementado. "Hay que apostar por un modelo empresarial, sin privatizar, para que no se te echen encima los profesionales".