El mercado español de fármacos será menor en 2020
Las compañías farmacéuticas deben dejar de mirar tan atentamente a los mercados maduros, sobre todo Europa, y centrarse en los países emergentes. Esa es una de las conclusiones del informe Farma 2020: de la visión a la decisión, elaborado por la consultora PwC.
Los países de la zona euro que más están sufriendo la crisis, España, Portugal, Italia, Irlanda y Grecia, en su conjunto, verán reducidos sus mercados para 2020. Solo en Irlanda aumentarían un poco las ventas del sector, desde los 3.200 millones de euros a los 3.600 millones. Pero el ajuste fiscal y el consecuente de gasto farmacéutico afectará sobre todo al mercado español. Si en 2011 la facturación alcanzaba los 28.000 millones, según PwC, en 2020 se habrá contraído hasta los 19.200 millones. Y en el conjunto de las cinco mayores economías europeas (incluida España) el mercado descenderá ligeramente.
Sin embargo, la gran oportunidad llegará en los países emergentes. Las ventas de fármacos se dispararán de los 205.000 millones de 2011 hasta los 499.000 millones, sobre todo habrá espectaculares incrementos en China (de 66.900 millones a 175.800).
En siete años, los países ricos gastarán el 15,5% de su PIB en salud, desde el 12,7% actual, según PwC
El mercado estadounidense, aunque ya es maduro, sin embargo continuará creciendo según estas estimaciones para pasar de los 337.000 millones de euros a los 425.000 millones en 2020. En esa fecha el mercado mundial habrá alcanzado los 1,6 billones, un 40% más que en la actualidad.
Uno de los problemas con los que se encontrarán las compañías en el futuro próximo es la caída de ingresos provenientes de las actuales patentes. Hasta 2018, la pérdida de estos derechos hará disminuir ventas por valor de 148.000 millones a las grandes farmas debido a la introducción de genéricos. Y es que el ritmo de descubrimiento y salida al mercado de fármacos se ha ralentizado por las dificultades de encontrar nuevas moléculas.
El estudio también pone de relieve que el gasto en salud continuará creciendo en todos los países, en gran parte por el encarecimiento de las tecnologías, el envejecimiento de la población y el tratamiento de las enfermedades crónicas asociadas a la edad. Para 2020, los países ricos gastarán alrededor de un 15,5% de su PIB en sanidad, desde el 12,7% actual. El incremento será más limitado en países de ingresos medios y bajos.