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Nueva planta

Europastry crea 120 empleos en Tarragona

Barras de pan en un estante
Barras de pan en un estante

Europastry ha invertido 20 millones de euros en una nueva planta de bollería en Tarragona, con la que ha creado 120 puestos de trabajo entre directos e indirectos, que se suman a los más de 2.000 empleados que la compañía tiene en toda Cataluña.

Según ha explicado su presidente, Jordi Gallès, la previsión es que el 50% de las pastas producidas en la nueva planta se exporten a países como Alemania, Holanda, Estados Unidos, Singapur, Corea del Sur y Francia, un porcentaje que esperan que se vaya incrementando durante los próximos años después de que en 2012 las exportaciones representaron prácticamente el 20% de las ventas de Europastry.

“Fabricar croissants en Cataluña para venderlos en Francia es como si los franceses vinieran a Tarragona a organizar 'calçotades”, ha defendido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, presente en la inauguración, quien ha puesto a la compañía como ejemplo a seguir para aquellos empresarios que tengan miedo o se encuentren desmoralizados.

Mas ha resaltado la importancia de inversiones como ésta, y ha asegurado que son la única salida en un momento donde la administración pública no se puede permitir grandes contrataciones: “Contra la desmoralización que vive el país, el único camino es el trabajo bien hecho; la única esperanza para recuperar el empleo es que el tejido empresarial de este país actúe de manera responsable”.

La principal diferencia respecto a otros croissants es la utilización de mantequilla y harina de primera calidad que se procesa mediante el método tradicional de los auténticos 'boulangers' utilizando “la tecnología más puntera”, lo que convierte la nueva planta en una de las más modernas de Europa en la producción de este tipo de pastas.

“Esta empresa lleva la innovación en su AND. Es lo único que garantiza la supervivencia de las empresas a largo plazo”, ha asegurado Gallès, tras resaltar la importancia de aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización en el contexto actual de crisis.

La instalación de Sarral se inauguró en 1991 y desde entonces la compañía ha invertido más de 60 millones de euros; el año pasado, la multinacional catalana de bollería congelada y pan de calidad consiguió facturar 389 millones de euros entre sus más de 27.000 clientes.

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