Reyal Urbis apura su última semana para evitar el segundo mayor concurso de acreedores
Reyal Urbis encara la última semana de que dispone para alcanzar con sus bancos un acuerdo sobre su deuda de 3.600 millones de euros y evitar así declarar el que sería el segundo mayor concurso de acreedores de la historia empresarial española.
a inmobiliaria que preside y controla Rafael Santamaría tiene convocadas para esta semana dos reuniones de su consejo de administración, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
La primera de ellas está fijada para para mañana lunes, 18 de febrero, y se perfila como clave para determinar las posibilidades de la empresa para sortear la suspensión de pagos. La otra se celebrará el jueves, 21 de febrero, dos días antes de que el día 23 concluya el plazo de cuatro meses que la compañía se dio para negociar la deuda con los bancos.
Reyal afronta estos días decisivos tras presentar a los bancos una modificación de la propuesta de reestructuración de pasivo que las entidades rechazaron al inicio de la pasada semana.
Esta propuesta consistía en solicitar a la banca que liberara las garantías sobre un grupo de activos de la inmobiliaria, los más 'líquidos' y valorados en unos 300 millones de euros, con el fin de venderlos en el mercado o a los propios bancos y obtener así liquidez.
Según detallaron a Europa Press en fuentes conocedoras de la negociación, después de que las entidades rechazaran de plano esta posibilidad, Reyal presentó una nueva propuesta de contrato de refinanciación. Fuentes financieras apuntaron no obstante que "no presentaba variaciones significativas sobre la primera".
Una eventual suspensión de pagos de Reyal sería la segunda mayor de la historia por volumen de pasivo después de la de Martisa Fadesa, que se declaró en concurso en julio de 2008 con una deuda de unos 7.100 millones de euros, según indicó su informe concursal. DEUDAS CON HACIENDA Y 'BANCO MALO'.
En el caso de Reyal, entre sus principales acreedores figuran Santander y Banesto, con los que tiene un pasivo de 530 millones, al que es preciso sumar gran parte de la deuda de unos 300 millones que soporta Inveryal, una sociedad patrimonial de Rafael Santamaría.
De su lado, la Sareb, el 'banco malo', suma una deuda de 707 millones, dado que ha asumido los préstamos al promotor de las entidades nacionalizadas y se quedará también con los de los bancos del 'grupo dos'. Además, adeuda unos 400 millones de euros a la Agencia Tributaria y otros 215 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Cuarta refinanciación
La inmobiliaria, surgida de la compra de Urbis por parte de Reyal en 2006 a través de una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) de unos 3.300 millones de euros, se acogió al 'preconcurso' de acreedores en octubre de 2012.
La firma reconoció así ante un juez su insolvencia más de un año después de que iniciara el cuarto proceso de refinanciación de deuda que aborda desde que estalló la crisis.
La inmobiliaria cuenta con una plantilla de unos 470 trabajadores y cerró cierre de septiembre de 2012 una pérdida neta de 257,93 millones de euros, casi el doble respecto al año anterior.