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El grupo controlado por las cajas despedirá a unos 150 empleados

Ahorro Corporación presenta un ERE para un tercio de su plantilla

El grupo Ahorro Corporación ha presentado un expediente de Regulación de Empleo (ERE) para una tercera parte de su plantilla, que asciende actualmente a algo más de 450 trabajadores.

A falta de que se desarrollen las negociaciones con los representantes de los trabajadores, el grupo controlado por las cajas de ahorros se propone prescindir de unos 140 empleados, según fuentes financieras. Una portavoz del grupo de servicios de inversión ha declinado hacer comentarios sobre esta información.

Los resultados del año pasado reflejarán unas pérdidas en el entorno de los 150 millones de euros, que contrastan con los 4,495 millones de beneficio neto atribuible en 2011 y los 7,608 millones en 2010.

Las piezas fundamentales de negocio del grupo son la gestora de fondos de inversión -con un patrimonio de 3.446 millones a cierre de enero, según Inverco, la asociación del sector-, la sociedad de valores Ahorro Corporación Financiera -especializada en renta variable-, y la agencia de valores Gesmosa-GBI, dedicada a la intermediación de renta fija pública.

El grupo financiero ha tratado de sacar partido de la inflación en sociedades de valores y ser el intermediario bursátil de parte de las entidades. Y es que Ahorro es el primer bróker en renta fija pública española. Así, ha tratado de incorporar a un socio internacional que le inyecte el capital necesario para poder crecer. Para ello contrató a la consultora Violy and Company, si bien ya ha puesto fin a este mandato. El objetivo era que el accionista tomara una posición de control, superior a la que tendrá la entidad resultante de la fusión, por encima del 15% de la CECA.

Ahorro tratará de obtener liquidez con la venta de una cartera de participadas por unos 300 millones de euros. El grupo, pese a sus accionistas, siempre ha defendido su capacidad de hacer negocios por sí mismo: solo 24 de cada 100 euros de los que ingresa dependen directamente de cajas. También ha estudiado hacerse con ficha bancaria, lo que le abriría la puerta a la gestión de patrimonios, y potenciaría su papel como asesor en operaciones de reestructuración. El objetivo era parecerse a Lazard o Rothschild en España, que tiene ficha pero no desarrolla actividad financiera.

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