Gamesa se va de Estados Unidos por la política energética de Obama
Gamesa cerrará el ejercicio de 2012 con unas pérdidas récord de 640 millones, como consecuencia de un saneamiento de 548 millones en diversas partidas del balance para ajustarse a un nuevo contexto de mercado, de menor crecimiento, y al plan de negocio 2013-2015 de la compañía. Parte de esa provisión, 111 millones, se dedica a cubrir la inversión en Estados Unidos, mercado que abandonará obligada por la política energética de Obama.
En el plano laboral, Gamesa ha comenzado este año con 6.700 empleados, 1.800 menos (de ellos, 845 despidos en España) tras el cierre de 24 centros, entre delegaciones y fábricas (una en nuestro país). La cifra de saneamiento alcanza los 584 millones.
Gran parte de las provisiones se justifican por las indemnizaciones de los despidos citados. Otro apartado llega por la paralización de actividades en Estados Unidos, donde la política eólica del presidente Barak Obama había animado a los inversores extranjeros. La normativa estadounidense actual limita las subvenciones a un año por lo que los proyectos no cuadran sus cuentas.
Hasta el punto de que tras revaluar las expectativas del mercado americano, la compañía ha decidido poner a la venta su cartera de parques en Estados Unidos que pasa por tanto a contabilizarse como operación discontinuada.
Esa capacidad instalada sin utilizar también ha sumado provisiones en el balance. Si la situación en renovables en Estados Unidos no es clara, lo mismo pasa en España y en el resto del Sur de Europa. El cambio normativo en el mapa de las subvenciones en nuestro país, así como la ausencia de proyectos para parques eólicos, no augura un buen futuro para las plantas de Gamesa en España, sino cambia la coyuntura a corto plazo. En el país ya cerró una planta y despidió a 845 personas el año pasado.
Los gestores de Gamesa han optado por una política de prudencia para equilibrar el balance y no poner en peligro los fondos propios (1.600 millones antes del coste de los ajustes). La deuda, que llegó a contabilizar 1.200 millones de pasivo, ha quedado por debajo de los 700 millones en 2012, cuyas cuentas serán aprobadas por el consejo de administración de Gamesa a finales de mes. La opinión de Iberdrola, el principal accionista con el 19,687% del capital, se hará notar una vez más.
El presidente del grupo, Ignacio Martín, ya ha ajustado la capacidad del grupo para la generación anual de 2.000 MW. Con esa base fabril y con la perspectiva de la vuelta a los beneficios en 2013, desde la corporación con sede en Zamudio (Vizcaya) están abiertos a cualquier operación que sume negocio, desde fusiones a alianzas o compras de empresas del sector.