CaixaBank acelera la venta de las participadas de Banca Cívica
CaixaBank no quiere saber nada de las participadas que llegaron al grupo tras la absorción de Banca Cívica. En menos de un año, la entidad se ha desprendido de 500 de las 600 sociedades que procedían de la cartera industrial de Cívica. En la mayoría de los casos, con minusvalías.
La corporación industrial de Banca Cívica ha resultado ser un lastre para CaixaBank con el que no está dispuesto a cargar. El grupo presidido por Isidro Fainé heredó más de 600 sociedades tras absorber Cívica, pero desde el primer momento, puso en marcha una acelerada estrategia de racionalización.
En la mayoría de los casos, la opción que ha primado CaixaBank ha sido la venta exprés, aunque fuera con importantes minusvalías. Así es como ha logrado reducir en menos de un año el número de empresas en las que invertía Banca Cívica a menos de 100, según apunta fuentes del grupo catalán.
De las 600 participadas, más de 200 estaban vinculadas con el ladrillo, y ha sido precisamente esta tipología donde la reordenación ha sido más intensiva. En este caso, además de ventas, algunas de las participadas se han agrupado con otras empresas inmobiliarias que ya estaban en la órbita de CaixaBank.
Las cuatro cajas que dieron lugar a Banca Cívica -Cajasol, Caja Navarra, Caja de Burgos y CajaCanarias- mantuvieron una política muy intensa de inversión en empresas, especialmente las tres primeras. Su gran problema fue primar los criterios políticos frente a los financieros. Entre las participaciones con que contaba Banca Cívica estaban Fluidra, Tubacex, Deoleo, GAM, Amper, Oesía Network , Grupo Antolín, Mecalux...
Banca Cívica también controlaba el 83% del parque temático Isla Mágica, pero a comienzos de este año vendió su participación al grupo francés Looping. La entidad financiera reconoció que tenía que asumir más de 30 millones de deuda, para ceder la participación libre de cargas. Los nuevos propietarios ya han anunciado que realizarán un ERE para ajustar la plantilla.
"El problema en muchas cajas de ahorros es que se creían grandes grupos financieros y apostaron por invertir en carteras industriales, cuando no tenían suficiente dimensión para hacerlo", apunta un directivo cercano a CaixaBank.
La caja catalana ha sido desde hace décadas un referente por sus participaciones empresariales. Actualmente, sigue contando con participación en Repsol (12,8%) y Telefónica (5,67%). El presidente del grupo, Isidro Fainé, ha defendido en muchas ocasiones la bondad de mantener estas inversiones y ha criticado la penalización que tendría La Caixa por mantenerlas, debido a la entrada en vigor de los nuevos requerimientos de capital, conocidos como Basilea III.
CaixaBank también vendió recientemente su participación en la sevillana Caymasa (también heredada de Cajasol), especializada en servicios tecnológicos externalizados. El comprador fue Indra.
Otra importante participación que mantiene CaixaBank es la Torre Pelli de Sevilla, en cuya construcción ya se han invertido más de 300 millones de euros, y cuya inauguración se espera para mediados de 2014. Desde el grupo catalán confían en poder rentabilizar este activo alquilando oficinas.
Un grupo australiano compra Celeris
El grupo australiano Pipper anunció ayer la compra de la cartera de préstamos de Celeris, una financiera en la que participa CaixaBank (además de BMN, Bankia, Liberbank...). En concreto, se trata de 164.000 créditos vigentes y "una pequeña cartera de créditos morosos", que suman 290 millones de euros en partidas a cobrar.Celeris había sido fundada en 2006 por varias cajas de ahorros, y llegó a convertirse en uno de los líderes del conocido como "crédito rápido", junto con Cetelem o Cofidis. Los 121 empleados con que contaba la financiera en la actulidad, pasarán a trabajar para el grupo Pipper. Goldman Sachs fue el asesor en la operación.