¿Qué persigue Steve Ballmer con la operación de Dell?
Microsoft, debilitada también en la era post-PC, ha decidido entrar en una operación -la compra de Dell- que no está exenta de riesgos, porque aunque parezca claro que Dell necesita reinventarse, no se puede dar por hecho que vaya finalmente a lograrlo. Habrá que esperar a ver el resultado. Pero la apuesta del gigante del software no es, en cualquier caso, gratuita.
Según Iván González, director de la empresa de análisis Penteo, con este movimiento la compañía de Steve Ballmer persigue dos claros beneficios. El primero, garantizarse que uno de los líderes mundiales del negocio del hardware (PC más servidores) seguirá ofreciendo en sus máquinas los productos del gigante del software.
"Se garantiza una alianza clave con un fabricante de ordenadores y unas ventas futuras de su software, pues hay que recordar que el gran negocio de Microsoft no ha venido nunca porque el consumidor haya ido a la tienda y haya comprado sus productos sino porque los mayores fabricantes de PC del mundo lanzan al mercado sus ordenadores con el sistema operativo Windows y con Office ya preinstalados". En este sentido, González recuerda que para Microsoft es vital garantizarse esta alianza con los fabricantes de ordenadores, que más allá de estar sufriendo por el éxito de las tabletas y los smartphones, están cada vez más abiertos a otras plataformas como las de Google.
El segundo beneficio que persigue Microsoft tiene más que ver con la estrategia del gigante del software de potenciar su presencia en el móvil. La compañía capitaneada por Ballmer primero estableció una alianza muy especial con Nokia, después lanzó su propia tableta Surface y ahora entra en Dell. "Se supone que al dejar de cotizar esta en Bolsa tendrá más libertad para reinventarse, para diseñar nuevos productos, y todo indica que los dispositivos móviles pueden ser una de sus apuestas", continúa González, que subraya que la entrada en Dell podría garantizar a Microsoft tener una alianza con un futuro player importante de la movilidad.
Microsoft busca, pues, asegurarse una penetración en un mercado, el de los dispositivos móviles, donde no parte como favorito y donde no actuó con rapidez. Además, el inventor de Windows sigue así la estrategia seguida por Apple y Google de controlar toda la cadena, "el hierro, es decir el hardware, el software y las aplicaciones, de forma que tenga más libertar para integrar todos los productos" y controlar su ecosistema.