Evo Banco acata el veto a los 'superdepósitos' y baja el rendimiento de su producto estrella
Evo Banco bajó ayer la rentabilidad de su cuenta de ahorro del 3% al 2,25%, para cumplir con la directriz del Banco de España de acabar con las altas remuneraciones en los productos de pasivo. En su cuenta corriente, el rendimiento ha caído del 2% al 1,25%.
Evo Banco, la marca comercial bajo la que opera la nacionalizada Novagalicia Banco fuera de su zona de origen, ha sido la última entidad financiera en acatar las directrices del Banco de España en cuanto a la limitación de la rentabilidad del pasivo.
El producto estrella de la entidad, la Cuenta Inteligente, modificó ayer los rendimientos ofrecidos. Si originalmente abonaba un 3% por los ahorros de sus clientes y un 2% por la liquidez utilizada para pagar gastos, ahora las rentabilidades ofrecidas han pasado al 2,25% y al 1,25%.
De esta forma, la entidad dirigida por José Luis Abelleira ha entrado en el redil definido por el supervisor bancario, que impone una barrera del 1,75% en las imposiciones a un plazo de hasta un año y del 2,75% para aquellas que lleguen a los dos años. Para las cuentas el límite es del 1,25%.
El objetivo que persigue el organismo dirigido por Luis María Linde con esta medida es acabar con la denominada guerra del pasivo y favorecer el que las entidades financieras puedan obtener fondos a un menor coste.
Evo Banco, una marca lanzada en marzo de 2012, ha realizado un importante esfuerzo publicitario para dar a conocer su Cuenta Inteligente, con fuertes campañas en televisión, marquesinas de autobuses y vallas publicitarias. Uno de los ganchos del producto era su sencillez: 3% en la cuenta a plazo; 2% en su cuenta corriente; 1% de devolución de compras con tarjeta y 0 gastos por comisiones. Ahora, ese leitmotiv ha desaparecido en la página web de la entidad.
Para poder sortear la limitación del 1,25% para las imposiciones con un plazo inferior a un año, Evo Banco ha seguido la estela de otras entidades, vinculando la cuenta a un depósito a 13 meses, lo que permite llegar a una remuneración del 2,25%.
Algunas entidades habían denunciado que el hecho de que rivales que han recibido ayudas públicas siguieran manteniendo atractivas rentabilidades para el pasivo suponía una competencia desleal.
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